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$oletin de la Real Academia` 6allega
de Lugo, que tanto debe a su culta prensa, defensora entusiasta
,
de sus intereses.
Por la ciudad amada, por lo que es objeto del cari?o y af?n
?
de sus hijos, cultos, nobles, hospitalarios y trabajadores' han re
`
?ido, y siguen siempre en la brecha apercibidos a su defensa, las
!
m?s encarnizadas batallas.
?Bien haya, pues, la prensa incense, acreedora a la eterna
gratitud de su pueblo, pues ella es el centinela avanzado de su
progreso y custodia fiel de su bienestar!
Quiz?s, por m?s de una vez, l? obcecaci?n o el error pudie
ron? establecer entre los periodistas de Lugo, hermanos todos ellos
por su vocaci?n y aspiraciones, la diversidad de pareceres y aun
en alguna que otra ?casi?n' ser tenidos c?mo sospec4hosos por estar
divorciado de' ellos el general sentir de las gentes; per?` fundada o
infundadamente, que la multitud no por ser numerosa tiene siem
pre de su lado la raz?n o el derecho, la prensa d?be hacerse su
perior' al temor del que dir?n, levant?ndose ` alto, muy alt?, per
?
encima de todos y de todo, pues superior a "cualquier? otro m?tivo
son la salud ; y salvaguardia de su pueblo y de los intereses `del
mismo.
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Sabemos ` que 'elcamino que . re4orre la prensa es ?spero y es
pinoso. Odiada o temida y halagada,a un '.iempo, hace falta abne
i
?
gaci?n en los que a ella se consagran, Apra no desmayar rii retro
ceder en la jornada. .
'Los quo la siguen vah dejando, d?a tras d?a'y pedazo tras pe
dazo, en las columnas del peri?dico, ilusiones y esperanzas, alma y
vida... Su labor es sacrificio obscuro e ignorado, semejante al
poderoso ?sfuerzo de la simiente quo en el seno amoroso de la ma
dre tierra se desgarra para ofrecer a la luz del sol el deseado fruto.
EUGENIO CAIiRU ALDAO.
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(Conlinuar?).
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