146 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
siones bibliogr?ficas ata?ederas a Sarmiento, nos cupo la literal
oportunidad y el afectuoso agrado de brindarle conocimiento del
Cat?logo de que se habla).
Se?al oculta ?a?adir? el villafranquinopontevedr?s?: V [er
bi] g[ratia], Frai Mart?n Sarmiento, Benedictino.
Letras: 46911. Son todas, 30, concluye, consumando as? la
f?cil suma de cuantas letras integran su nombre y religiosa con
dici?n. As?, pues ?continuar? explicando?, en la foliaci?n 36 se
har? lo mismo, con la voz Mart?n; en la foliaci?n 45, con la Sar
miento; y en la 56, con la voz Benedictino. De modo que tendr?
cada tomo de estos 30 agujeros, en 4 llanas o columnas, o hojas,
seg?n caminare la obra, no haciendo caso de los principios, sino
desde donde comienza la foliaci?n de la materia. Verbi gratia:
D?dase si ?ste o el otro libro fue del P. Sarmiento, o que no consta
por otra parte: reg?strense las foliaciones 30364556, y si en
ellas ay los agujeros correspondientes, ser? suyo, y si faltan las
hojas de las foliaciones, eso mismo es se?al; pero acaso no todas,
por ser molesto, tendr?n ?sta oculta; pero lbs que la tuvieren,
ciertamente han sido suyos.
Ducho en la materia, mu?strase cuidadoso aqu? el insigne
tonsurado de extremo tan importante, cual el de la determina
ci?n de los vol?menes que integran una sola obra, y aclarar?,
terminando: Las foliaciones agujereadas en los juegos grandes,
s?lo la tendr?n el 1.0 y ?ltimo tomo: de modo que por ellas se
sabr? qu?ntos tomos av?a del juego.
* *
En oraci?n f?nebre que el muy reverendo P. M. Fray Ansel
mo Avalle, dedicar?a a Sarmiento, en el matritense monasterio
de S. Mart?n, a 7 de febrero de 1773 ?dos meses ya idos de su
tr?nsito?, record?base con puntualidad por ese su hermano de
Orden, que le conociera bien, su total desprendimiento de los hu
manos bienes; y citaba la ocasi?n en que Felipe V, a est?mulos
de admiraci?n y gratitud, apetec?a otorgarle cuanto gustase,
para responder nuestro coterr?neo que ped?a a Su Majestad una
sola gracia. Emplearse en todo cuanto fuese de su Real agrado,
en el retiro de su celda, porque ninguna cosa podr?a darle capaz