BOLETIN DE LA ACADEMIA GALLEGA 93
malas condiciones de clasificaci?n, las: cuales, por su agregaci?n
en jacillas y facies, `>podr?an haoer sospechar la caliza del Devo
niano medio o .la>. dinantiense en el mayor fondo de los pliegue.s
del nudo orog?nico. No queda por 10 tanto bien limitado. el
ciclo litol?gico y las determinaciones tienen que ser paleontol?gicas
Para nuestros futuros estudios en el': S.iluriano de Galicia y del
oentro dc Espafla, nos referiremos, como base, a la divisi?n esta
blecida en 1913 por Lapwoth y EllesWood hasta stu gigantesca
obra de 1918, es decir, la divisi?n inglesa con las treinta y seis
zonas de graptolitidos que nos servir?n, m?s que como determina
ciones precisas, dif?ciles de afirmar, como aproximada colocaci?n de
los f?siles, modificando la nomenclatura en lo que al ordoviciense
se refiere con los apartados bretones, ya propuestos des& Lebes
conte en cuanto al Gotlandiense y, desde la parte`alta de Caradoc,
tendremos tambi?n en cuenta los estudios alemanes actuates.
Dejando at .Tremadociense no demostrado en Galicia, la im
presi?n es que la cuarcita de cr?zianas representa una transgresi?n,
no s?lamente en el NO. de Espana, sino en toda la peninsula.
Unido a` la Cuarcita de los cabos de Adana hay un paquete
de pizarras que en Villaodriz y e1 Mondigo contienen didynio
graptus murchisoni, f?sil quo inicia el