BOLET?N DE LA HEAL ACADEMIA GALLEOA 585
de la dilatada, guerra de la Reconquista; que f?? un obispo ga
Ilego, San Pedro . de Mezonzo, el inmortal autor de la Salve, con
que todos los hij os de la Iglesia saludamos .y? acudimos a la Rei
na y Madre de Dios y Madre nuestra; que al duod?cimo Concilio
provincial compostelanocorresponde la gloria y el honor ?hasta
poco ha adjudicado a una naci?n extranjera? de haber sido el
primero, en todo ? el orbe cat?lico, que estableci? y preceptu? la
celebraci?n de la fiesta de guardar, p?blica, solemne,, ritual y
reglada, de la Concepci?n: inmaculada de la Sant?sima Virgen
Marla,: el 18 de diciembre decada a?o, que habia`.de .alcanzar
m?s tarde la suprema e infalible decisi?n de laSanta Sede; que,
en lo que a vigor, fortaleza; constancia,, sacrificio y amor patrio
respecta, ninguna otra regi?n deEspa?a ha superado a Galicia;
que somos ?osotros leg?timos herederos y sucesores de aquellos
bravos ind?genas gallegos, que cuando las ?guilas romanas vo
laron sobre la Peninsula Ib?rica, ansiosas de someterla a su do
minaci?n y !poder?o,;y en parte lo alcanzaron al primer intento,
fueron ellos, en uni?n con los;:vascongados y astures, en heroic()
esfuerzo al amparo de sus monta?as, quienes lograron impedir
que, durante dos siglos, en el suelo gallego se posasen, hasta que
lleg? la inevitable tragedia de Monte Medulio; de aquellos tena
ces galicianos, que, si no se sintieron suficientement:e fuertes par
resistir con ?xito al feroz empuje y dominaci?n de las b?rbaras
hordas norte?as ?desventura que alcanz? a toda Espa?a? c?
poles, sin embargo, la; satisfacci?n y gloria de haber sido los
primeros que lograron, someterlas a su ideal religioso; con la
conversi?n de los suevos .que por los m?s iduros y belicosos
eran tenidos unos treinta y nueve a?os antes de la abjuraci?n
de los godos en Toledo (1) ; de la raza indomable que, ante la
invasi?n musulmana, firme e insumisa se mantuvo en la margen
derecha del r?o Mi?o, que las huestes de Abdelaziz y de su lugar
teniente Mahamet Alhamar Ben Tarif no cruzaron, si no f??
para devastar a T?y, sin atreverse al intento de adue?arse
de los frondosos valles de las R?as Bajas y otros del interior, que
las atra?an, porque supieron darse buena cuenta que all? ?
hab?an de encontrarse, cual en otra Covadonga, con imponente
muraIIa de v?r?les ,pechos que, al amparo de los "castelos" levan
(1) Pasainos por alto la fugaz conversi?n de ?techiario.