198 jolettn de la Real klcademla Gallega
? vasallos de la cibdad y llevar los presos a s? tierra deziendo que avian
? de pagar las alcabalas con losa de su tierra lo qual los de betanzos
tenian por muy,recio y estaba todo puesto en armas y obiera sydo
? ?casion de alterarse todo el reyno sino por que el licenciado uyrvies
? ca oydor deste reyno fue a entender en ello y lo apaciguo y no con
? poco trabajo muchas cosas otras avria que dezir syno por no darin
, ? portunidad a v. s. y por esto quiero acabar suplicando a v. s. mande '
proveer en esto con brebedad como cunple a seruicio de s. m.d y
? bien deste reyno nro. se?or la yllustrisima persona y estado de v. s.
? guarde y acreciente de lugo a cinco de mayo. (1521).
seruidor de vuestra illustrisitna que sus reberendisimas manos
besa= el conde de fuensalida. ? (1)
De la lectura de esta carta, bien se deduce que el Conde de Fuen
salida estaba del lado de los de Betanzos, y que sus relaciones con Don
Fernando de Andrade, no deb?an ser muy cordiales.
N?tase, as?mismo, en ella, cierta intenci?n por parte del Conde en
lo que se refiere a que, tanto Andrade como el Arzobispo, de sus vasa
llos ni extra?os, no han podido swear un pe?n para enviar al ej?rcito
deS.M.
No est? muy claro el sentido de esta afirmaci?n, pero si el Conde
quiso dar a entender, respecto a D. Fernando, que ?ste, en sus tierras,
no era capaz de encontrar un solo soldado que le. siguiese, tal afirma '
ci?n no es exacta, porque Andrade, por su car?cter bondadoso era muy
querido de Bus vasallos, quienes se disputaron siempre el honor de
acomp??arlo en todas sus expediciones militares. Pru?balo la de 1503,
en que las tropas que condujo a la conquista de la Calabria, estaban,
en su mayor?a, compuestas de gallegos, y sue principales contingentes
formabanlos los vecinos de Pruzos, Trasancos y otras tierras de D. Fer
nando, que voluntariamente se alistaron para seguir a su Se?or. Y el
propio Conde de Fuensalid?, tuvo ocasi?n de presenciar personalmen
te, como en este mismo a?o de 1521, organiz? Andrade un ej?rcito de
5.000 hombres, reclutados casi todos, entre sus vasallos y familiares,
para pasar, en el siguiente de 1522, a Italia, en favor del Papa Adria
no VI.
Ahora, tomando aI pi? de la letra lo expresado por el Conde, no
es de extrariar que los vasallos a que alude, se negasen a ser enviados
al ej?rcito de S. M. Su negativa obedecer?a al no ir Andrade con ellos,
en cuyo caso quedar?demostrado el afecto que a su Se?or profesaban
(i) Colecci?n de manurcritor in?ditor, del Sr. Murgu?a.
?