D?rel?n de la Real ykcademia Gdllega 21
racional de todas las dem?s ciencias y del verdadero y eterno buen"
gusto.
Pero mi alegr?a ha subido de punto al ver desde el primer mo. ?
mento, y penetrarme despu?s de que el Sr. Garcia de Diego no es un
mero aficionado que ensaya, sino que, empapado en cuanto se lia es
crito sobre lenguas romanas desde Diez hasta K?rting, ha recogido y
aplicado lo mejor ? la fon?tica y morfolog?a gallega: demuestra ade
m?s su fino o?do el acierto eon que esboza el estudio del notable acento
secundario gallego, tan descuidado de tratar en todas las gram?ticas
tradicionales, y que es l?stima qne el se?or de Diego no trate con ma
yor amplitud.
Notable encuentro, s?bre todo, el cap?tulo 2.0 de la fon?tica, dedica
do ? los cambios fon?ticos condicionales: la contaminaci?n de palabras
diferentes es evidente; p. e., en reise?or=ruise?ior, del lat. *iuscinio
lum, masc. de lusciniola, dim. de luscinia =ruise?or, de lusur=juego,
ilusi?n y canere=cantar, confundido en castellano con las palabras
se?or y Rui, y en gallego con rey), docembro = diciembre (confundido
con doce, por ser boy el duod?cimo, aunque en su origen el d?cimo mes):
como en castellano, p. e., miramamol?n (de amir almomen?n=el emir ?
pr?ncipe [de] los creyentes, confundido por la soldadesca cristiana con
mirar y mamar): y tanto creo en estas confusiones, ?, al contrario,
otras veces distinciones de unas palabras eon otras, que por mi parte
reputo, y la experienci? me confirma cada d?a m?s en ello, que si no
llegan ? borrar toda regla general fon?tica, seg?n supusieron algunos
j?venes exaltados de las Universidades alemanas, cuando menos han
demostrado la inexactitud de que el romance haya distinguido vocales
breves de largas, ni en castellano abiertas ni cerradas (aunque en este
punto sea todavia creyente el Sr. de Diego), y la de otras muchas re
glas, fundadas ? priori sobre el lat?n'cl?sico, pero que los romances no
siguen, pese ? gram?ticos sistem?ticos y empe?ados siempre en que el
habla del pueblo ha de ser la de Cicer?n y Virgilio.
No estoy, sin embargo, ni cabe dentro de lo humano que este ente
ramente conforme en todo con el Sr. Garcia de Diego: donde menos
en los or?genes, en los que, no por culpa suya, sino por demasiada
bondad y condescendencia deja correr por ib?ricos, c?lticos, etc., t?r
minos que debe estar bien convencido, ? convencerse en cuanto se fije
)pues su gran erudici?n ? inteligencia no permiten esperar otra cosa)
de que no ya no lo son, sino que no pueden serlo de ninguna manera,
aunque su origen sea desconocido. El acudir al bascuence 6 al c?ltico
es recurso de locos 6 malos ?timologistas, ? de los buen?s que tienen