96 BOLET?l.p DE LA REAL ACADEMIA, GALLEGA
tos de colores y de l?ces;:la forma real de las torres'y 'del 'p?rtico
est? descuidada. (11);
La Condesa bosqueja. m?s ,bien, pre describe, buscando la inn.
presi?n de conjunto antes que la verdad del detalle. De igual
modo en Los Pazos de Ulloa, evoca a grandes trazos y con humor's
mo la forma de las ; estatuas del p?rtico tan despreciadas por el
marqu?s. (12).
Cuando nuestra autora da a Santiago el sobrenombre de
"Estela", se permite descripciones "detallistas". As? en La mu?r
,, te:del Poeta, no se necesita que precise el nombre de la plaza des
crita para que el habitante de Santiago reconozca en seguida la
de la "Quintana". Pero para el lector no advertido, la' precisi?n
de los detalles le da ilusi?n de'realidad,. y le incita ? inquirir a
qu? : ciudad corresponde esta descripci?n.
El protagonista contempla la plaza ?y el presbiterio' de la Ca
tedral;
"Forman la plaza, por un, lado 'ma manzana de
casas antiguas, de soinbr?os soportales; por otro,
fronterizo, una escalinata que corona viviendas, tam
bi?n enmohecidas por el tiempo, una . de las cuales,
en verano ostenta sobre s balc?n un toldo de fron
dosa vid; a los costados se alzan las tapias casi cie
gas de un enorme convento y frente al convento lia
basilica avanza una de sus fachadas m?s t?picas
aunque no la principal" (13).
Esta descripci?n es rigurosamente exacta, hasty el delalle de
las vides sobre el balc?n de la casa.que en realidad, por lo dem?s,
se llama "Ia casa de las parras". La Pardo Baz?n insiste m?s par
ticularmente sobre el convento de las Clarisas, tan austero con sus
muros desolados, sin otros ornamentos que las min?sculas venta
nas enrejadas cuya vista recuerda al protagonista turbado la le
yenda de la desgraciada monj a que intentaba huir con un estu
diante suspendiendo una s?bana de un barrote de su ventana (14).
No se podr?a pintar con mayor precisi?n el aspecto siniestro del
(11) Aguilar. T. I p. 233.
(1.2) Aguilar. T. II 9. 36.
(13) y (14) Aguilar. T. 1I, p. L4561.458.