94 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
hablar de ella, el grandioso pasado de la ciudad, los peregrin?s
de,la Edad Media, las levendas locales, y hace alusi?n particu
larmente a un acontecimiento que revolucion? la capital relit:
g?osa ; de ;Galicia : el, asesinato de un obispo durante una .pro
cesi?n (4).
Esto era como invitar discretamente a los lectores para que
recordaran la terrible historia de los Churrunchaos, aquellos se
flares . audaces que mataron en 1366 en la procesi?n del Corpus,
al obispo Diego Su?rez;,para vengar ; el honor, de su hermana o
por inter?s politico (5).
Si la atm?sfera del pasado se?, manifiesta en una forma 'su
gestiva, la descripci?n f?sica : de los lugares participa del mismo
esp?ritu de mesura; desde lo alto del magn?fico jard?n de hi
"Herradura" se abarca con la mirada la ciudad en su conjunto.
Pascual L?pez pinta de ella un cuadro ?sobre el que';las,l?neas
y los coloresadquieren todo su valor: La catedral se destaca
primer plano por encima de las casas. A l? lejos las monta?as
constituyen el horizonte.
"llevado`de mis pensamient?s camin? hacia la
Alameda y una vez all?, segu? la direcci?n del her
moso paseo de B?veda m?s conocido por, la Herra
dura, elevado semic?rculo desde el cual se domina
como a vista de p?jaro Santiago y un extenso anfi
teatro de monta?as, destac?ndose sobre la .perspec
tiva de la ciudad las torres de la catedral, elegantes
c?pulas que rompen la monoton?a de las l?neas de
casas, confundidas entre la oscuridad y distintas
??icamente por la mancha m?s sombr?a del verdor
de las huertas (6).
Solamente son nombradas las calles m?s pintorescas: la fa
mosa "R?a. del Villar", de soportales, y la tortuosa del "Pregun
toiro" cuya angostura y penumbra contrastan con la vasta ave
nida bordeada de ?rboles del paseo.
(4) PASCUAL L?PEZ : Aguilar, T. II p. 15.
(s) Slemanario Pintoresco Espafiol. Madrid 1847 T. II p. 289 y si
guientes "El palacio de los Torrechanos" art?culo de Antonio Neira de
Mosquera.
'(6) Aguilar, T. II, p. 56.