$olettn de la Real Academia Gallega 263
que los transportes no se hab?an .reunido en la bah?a por efecto de los
vientos contrarios que reinaban. El ej?rcito brit?nico pasaba por una
angustiosa situaci?n, present?ndosele el dilema de o tener que capitular o
hacer frente al enemigo, que continuaba estrech?ndolo tenazmente.
En oposici?n al consejo de alguno de sus subalternos, el General?simo ?
ingl?s resu?lvese por lo ?ltimos esto es, aceptar el combate; y acto
seguido examina el terreno, inspecciona el emplazamiento de ca?ones, y
adopta, en fin, todas las disposiciones que requer?an las exigencias criti
cas del momento, sugeridas por su propia y consumada habilidad, pre
sentando, como escenario, el pintoresco pueblecito de Elvi?a, con sus
monta?as verdosas y su espl?ndido valle.
Interin el enemigo no se aproximaba, los fatigados soldados brit?
nicos fueron abundantemente abastecidos con alimento caliente y nutri
tivo, gozando del lujo del abrigo y del descanso (of schelter and repose).
Dot?seles tambi?n de nuevos fusiles en sustituci?n de los ?averiados y
oxidados que tra?an? y de municiones, (to suppley the place of the dama
ged and rusty arms wich` thcy carried), facilitados del magn?fico parque
de la Coru?a (i).
Vigorizados y frescos con estos reparos, los ingleses, alegres y ani
mosos, piensan en el pr?ximo combate. Moore recorre las filas animando
a los suyos con su valor y su simp?tica mirada.
VIII
V?nse por fin las esperadas huestes francesas mandadas por el in
tr?pido General Soult, y la ?c?lebre batalla de la Coru?a, tan empe?ada,
(i) ?En este Ayuntamiento se hizo presente un oficio del Reyno de esta fecha, en el
qual dice que teniendo que manifestar un asunto de la mayor importancia, espera se servira
a Ciudad concurrir con quatro Caballeros Regidores, dos Diputados del Comuu y los Procu
radores General y Personero, al anochecer de este dia a Palacio, y se promete que el Corre
4 gidor no haga falta.
Se nombro a los Sres. D. Antonio M.? Varela, D. Francisco Romero, D. Fabian Lopez,
D. Felix de Pazos, Regidores; D. Josef Tapia y D. Diego de Pazos, Diputados de Abastos;
D. J. Manuel Garcia y D. Josef Magdalena, Procuradores Sindico General y Personero, los
quales partieron inmediatamente al Reino y, despues de largo rato, volvieron diciendo: que el
General Ingl?s Moore habia hecho presente al mismo Reyno que la venida de los Exercitos de '
S. M. B. a Espa?a hab?a sido para protegerla y auxiliarla creyendo que en ella hab?a mas Exer
citas mas auxilios y mas patriotismo: y que mediante nada de esto habia encontrado en este Repto
habia resuelto reembarcarse con su Exercito, ofreciendo que este guardar?a la mejor disciplina, y ?k?? ??????D
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que esperaba no se le incomodase por parte de los vecinos con lo qual se evitar?an los perjuicios ?k?? ??????D
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respectibos.? Y con su vista acord? la Ciudad que sobre esta materia nada tiene que resolver?.
Libro de Acuerdos de i6 de Enero de 1809, que examinamos debido a la amabilidad del
actual inteligente Secretario, nuestro amigo D. Marcial Jim?nez.