392 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
En una carta de : 5 de Marzo de 1889, hace alusi?n a su estado
de ?nimo, ?...mi falta de salud, : agravada por grandes dolores mo
rales, me ten?an alg?n tanto abatido y por tanto poco menos que im
posibilitado para . todo?. Pocos mieses m?s tarde hace id?ntica con
fesi?n, pidiendo perd?n a un. ?ntimo, de su abandono epistolar :
?Pulque non lle escriba cartas
que soyo Ile pintar?an
as ni?as moitas desgracias,
que estruchandi?o me te?en
co promo das s?as alas.?
Como si todo fuese poco, le falt? tambi?n el apoyo de su her
mano : Antonio, a cuya sombra se ; hab?a podido hacer hombre.
Galo Salinas escrib?a desde Puentedeume a don Antonio de
la Iglesia en Julio de 1891, ;y en la carta hace alusi?n a don Fran
cisco, ?al que, como presidente, de la Asociaci?n Regionalista en
vi? copia .del acta constitutiva de la, de aqu?. Pide a don Antonio
original para la velada que con ese motivo se celebr? en Puen
tedeume el 9 de Agosto de dicho , a?o, y en la que se ley? la ?Pro
fec?a do Eume?, ?ltima obra de su autor, que falleci? en Abril
de 1899.
Iban bajando al sepulcro todos los buenos contertulios de la
Puerta de Aires, devorando con ; su muerte la historia de los d?as
idos; fu? quedando solo: ?l ilustre poeta en la dulce paz de su es
cuela, entre el trasiego de la juventud escolar y la formaci?n de
su familia. La vejez le carg? las espaldas con el peso de los a?os;
pero no pudo oscurecer su mente, limpia y brilladora hasta el ?l
timo aliento. El curioso en estudios frenol?gicos, podr? examinar
su cabeza erguida y bien plantada, de ancha frente como un t?m
pano griego, la mirada larga y el aire m?stico de hombre divinizado.
Tuvo de su mujer quince hijos, de los cuales seis murieron
en la infancia, otros cinco no pasaron de la juventud, Alvaro y
Santiago llegaron a viejos, y los dos restantes, tambi?n muertos,
son: la se?orita Eladia de la Iglesia Santos, delicada escritora y
publicista, y don Alfredo, inteligent?simo catedr?tico y amigo m?o
car?simo, a quien debo todas las noticias anteriores, por haber
puesto a mi disposici?n los manuscritos de su padre.
Los ?ltimos a?os de ?ste transcurrieron velozmente, entre el
cari?o de los familiares y la admiraci?n de los ajenos. As?, rodeado
del aprecio de todos, le cogi? la muerte, el d?a 5 de Abril de 1897,
a los cincuenta a?os de servicio a ?la ense?anza, y toda una vida