1. T ~Y r
p ? S r
Y Y{
a??alAS,as. ~141}' ~ ra~..Y~Ifi~v~f?r~ll'
LA CORU?A.?Parte posterior del pazo de los Jaspe y Montenegro,
en Penarredonda ?no Pe?arredonda coma, torpemente, se empe?an en
escribir algunos?, donde vieron la luz primera varios de los antepasados
de Bolivar, inmueble situado a pocos pasos de la Avenida de Alfonso
Molina y en las proximidades de la zona en que se desarroll? la memo
rable batalla de Elvi?a. En esta mansi?n hubieron de alojarse fuerzas
de infanter?a del ej?rcito napole?nico, no muy lejos del Estado Mayor
franc?s, que ocupaba la vieja casa rectoral. El edificio en cuesti?n, ya
bastante vencido por los a?os, conserva restos de los siglos XVII y
XVIII y estuvo habitado hasta hace poco tiempo.
El concejo coru??s solicit? de la superioridad fuese declarada la
construcci?n sobredicha monumento local de inter?s hist?rico, existien
do el proyecto de dedicarla, despu?s de una adecuada restauraci?n, a
museo y residencia de estudiantes, nacionales y extranjeros, iniciativa
que ha sido acogida con viva simpat?a, especialmente en los pa?ses vin
culados a la figura del glorioso h?roe de la emancipaci?n americana.
El destacado escritor santafere?o Oscar Echevarri, al referirse a esta
patri?tica empresa, manifiesta en reciente trabajo que ?es apenas na
tural que nosotros,.los colombianos, nos unamos a esa cruzada en pro
de la restauraci?n del hogar de los antecesores de Sim?n Bolivar, el
que debemos convertir ?espa?oles y americanos? en un altar de la
patria com?n: la Hispanidad?.
El pazo de Penarredonda vino transmiti?ndose por herencia desde el
receptor Marcos Jaspe hasta el general don Jos? Pardo Rivadulla, pa
sando la casona a la muerte de este militar, acaecida a principios del
presente siglo, a ser propiedad de unos modestos labradores elvi?enses,
quienes, andando el tiempo, hubieron de cederla en yenta, con todos
los predios anejos, a una instituci?n local dedicada a actividades de
car?cter docente.
(Vid. ?Colecci?n de documentos hist?ricos?, tomo IV, p?g. 8, doc.
n?m. II.)