z6o Dolel?n de la Real Academia Gallega
a la cripta, aunque en un plano horizontal superior, y a su lado los de
los discipulos, como los vemos; sobre ellos la b?veda de la cripta en que
estaban sepultados y sobre la b?veda el pavimento de la iglesia, y sobre
el pavimento y la b?veda y los referidos sepulcros, el altar que vemos hoy
en la cripta, que no estaria arrimado a la pared, sino retirado lo suficien
te, como se acostumbraba frecuentemente entonces, para que el sacerdote
que decia misa en el cara al pueblo, como solia hacerse muchas veces,
quedase sobre los sagrados sepulcros. Alli dirian misa nuestros obispos;
all?, no de espalda sino frente al pueblo, la diria nuestro primer arzobispo
Gelmirez y alli la dir?an otros muchos cuyos nombres desconocemos.
Y que sobre el sepulcro del Ap?stol estaba el altar principal de San
tiago, el que hoy veneramos en la sagrada cripta, como tantas veces veni
mos diciendo, consta terminantemente del acta de la consagraci?n, de la
iglesia que aqu? levant? Alfonso III y destruy? cien a?os despu?s Alman
zor. En ella vemos que se consagraron por los diez y siete obispos que
asistieron a la ceremonia, los altares todos que en la iglesia hab?a, de que
hemos hablado, incluso el del Salvador, en el cual se pusieron diez y ocho
reliquias y an?logamente en todos los dem?s, excepto el del Ap?stol, del
cual leemos: ?Super corpore quoque benivoli Apostoli patet altariun sacrum IN
QUO PATET ANTIQUA ESSE MARTYRUM THECA, QUAM A SANCTIS PATRIBUS
SCIMUS ESSE CONDITAM, UNDE NEMO EX NOBIS AUSUS FUIT TOLLERE SAXA?.
Sobre el cuerpo del benevolo Ap?stol est? el sagrado altar en el cual est? la caja
de los m?rtires que hicieron los Santos Padres, por lo cual nadie se atrevi?
a tocarlo. De suerte que estaba, como dijimos, el altar de Santiago sobre
el sepulcro del Ap?stol (I). Asi lo hab?an puesto los Santos Padres y asi
qued? en la basilica de Alfonso III. No nos habiamos por lo tanto enga?a
do, al hacer tal afirmaci?n, que tan autorizados testigos nos confirman. Y
en ese altar o bajo ese altar est? la antigua caja del m?rtir que hicieron los
Santos Padres. y por eso ninguno de nosotros se atrevi? a tocarlo. Tanto
respeto les merecia y tan seguros estaban de que aquel altar no necesita
ba consagraci?n, pues ya lo hab?an consagrado los Santos Padres al poner
bajo su sombra y protecci?n el sagrado cuerpo del Ap?stol. Asi pensaban
los diez y siete obispos que asistieron a la consagraci?n de la basilica que
levant? Alfonso III sobre el cuerpo de Santiago, y asi podemos pensar
tambi?n nosotros.
Y siguiendo estas ense?anzas y atendiendo a las consecuencias que
l?gicamente de todo lo dicho se deducen, parece podemos afirmar sin
(I) Lo mismo resulta del texto del C?dice de Calixto que dejamos citado. ?Super
cujus (Jacobi) sepulcrum est altare parum quod ejusdem discipuli, ut fertur, fecerunt... Sobre
el sepulcro de Santiago est? el altar peque?o que como se sabe hicieron sus disc?pulos?.