jolel?n de la Real Academia Gallega 109
separar sus cuerpos ni a libertar sus almas. ?Tan unidos, se hallan! Mas,.
como se impone con violencia sin igual la resoluci?n de esos' problemas,.
forzoso ser? abordarlos de una vez, sin mirar a.. si se desgarran las carnes.
o se vierte la. sangre, 'si no si es justa la redenci?n. Una duda, sinembar
go, nos interroga: ?ha de destruirse para ello cuanto constituye nuestro
pasado, y sobre: su desolaci?n y su silencio levantar la nueva ciudad?. Lo
afirman algunos, ignorando, sin duda; que no es el hombre lo ?nico que:
existe en la tierra. A su lado viven y le acompa?an misteriosamente a.
su paso, tantas cosas por ?l creadas, obras de su mano, de su pensa,
miento y hasta de sus sue?os, que: ser?a una especie de impiedad' pres
cindir de ellas. Y si se ha de constituir la nueva sociedad con s?lidos
fundamentos, si hay que cerrar las llagas que el pa?s lleva abiertas en' sus
costados, forzoso es contar con ese pasado, como con un elemento pri
mario, pues en ?l' pusieron sus manos cuantos' nos precedieron, en la
amarga peregrinaci?n y amaron su pa?s' y sus gentes. Separarse de 'esa
fecunda corriente, es separarse de ? la mitad de uno mismo.
La vida de' los pueblos, es, bien lo sab?is, se?ores, la. continuaci?n
de cuanto es suyo y ama y quiere y necesita conservar. Lo primero, lo
m?s esencial, aquello de que no puede prescindir sin un .eterno castigo,
es el propio lenguaje. Don como recibido del cielo en el" regazo de la
madre, permitir que perezca es un perjurio: Dichosamente resuena baj?
el cielo de Galicia el, idioma formado' por sus hijos durante siglos, y trans
mitido ' como una cosa' sagrada que afirma nuestra intangible nacio
nalidad:
Una nueva barbarie, hablando en nombre de la civilizaci?n, quiere
que las lenguas no oficiales se extingan' a mano airada. ?Imposible em
presa!` ?Deseo cruel que no ver?n' los hombres satisfecho! ?Se oponen a
ello tan poderosos obst?culos! Mas, desgraciadamente hay otras heridas
que pueden maltratarlas peor que el olvido, y son las que lentamente
pueden ir privando a esas lenguas en peligro, de sus rasgos esenciales,
de sus vocabulario,, de cuanto las hace distintas de sus cong?neres y las
lleva lentamente a lag muerte que les desean cuantos no las aman. Diga
mos, se?ores, que' los pueblos que 'consienten que se pierda de este
modo el propio idioma, son bien desgraciados. No' les sigamos en el
camino de su perdici?n. Y pues la lengua gallega vive entre nosotros y
se, habla, estudi?mosla, am?mosla y afirm?mosla como la cosa m?s
nuestra que conservamos del pasado.
Ay?dennos pues en, la santa empresa de su estudio y conservaci?n
cuantos amen la total' regeneraci?n de nuestro pueblo. En empresa igual
tienen, puesta su' alma todos los pueblos europeos: No hayy uno que no