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Bolet?n de la Real Academia Gallega ion
por cuanto vive y tiene ra?z en el coraz?n y en el amor del hombre, ?e
niega a pere?er. En Catalu?a, el triunfo fu? r?pido y completo, pues
ten?a toda una importante y numerosa literatura anterior, manteniendo
viva la tradici?n de su lengua. En las provincias vascas, no tanto, pero
supli? en ellas el amor que sus hijos sienten por cu?nto les es propio.
Esperamos que en Galicia se obtenga pronto el mismo resultado que en
Catalu?a, pues siendo tan intenso el dominio del gallego, y tan de nues
tra predilecci?n, puede hacerse f?cilmente que afirme su poder en el
coraz?n y en el labio de sus hijos. Sagrado movimiento que coincidir?
misteriosamente con la fiel manifestaci?n del alma y de los sentimientos
populares de la regi?n! Podemos, por lo tanto, tener por venturosa la
tendencia de nuestros poetas y ,escritores a expresarse en el lenguaje
que recibieron con la sangre y aprendieron a amar en el regazo mater
no. A ella debemos la verdadera, la espont?nea manifestaci?n de ,nues
tra poes?a. Es m?s, no hubo en la historia literaria de Galicia, en los
siglos XVII y XVIII, ?poca alguna en que floreciesen ni tantos ni. tan
excelsos poetas como los que escribieron en gallego en la segunda
mitad de la pasada centuria ?sean las que quieran las causas que expli
quen la aparente esterilidad po?tica de que se nos acusa?. Dirfase, con
raz?n, en vista de este fen?meno, que fu? necesario el predominio del
habla provincial en la producci?n literaria, para que ,?sta alcanzase la
total posesi?n de su yo. Y no la apelliden quejumbrosa, como lo hacen
los que quieren herirla con su rencoroso juicio, ya que no pueden
decirla est?ril. ?Por qu? no hab?an de quejarse nuestros poetas, si todas
las espinas del dolor hieren en nuestra tierra al hombre y sus cosas? ?No
las llevaron ellos mismos clavadas en su coraz?n? ?Y en d?nde no se
quej? la l?rica moderna? Los angustiosos acentos de Byron y Leopardi,
de Hugo, Lamartine y Musset, las amargas iron?as de Heine, ?no dieron
en toda Europa la nota propia de la inspiraci?n y el sentimiento en el
siglo que puedo llamar m?o, porque en ?l nac?, viv?, sufr? y v? caer a los
m?s grandes y generosos? ?Ah, no! el renacimiento, el uso del idioma
gallego acompa?? dichosamente al de nuestra poes?a. Esta fu?: humana,
y superior a la que di? la Espa?a central. Y es que hay algo en el alma
gallega que as? lo pide. Profunda en la emoci?n, y delicada y melanc?
lica en la expresi?n, nuestra Musa s?lo es comparable, por propia ?ndole
?aunque parezca paradoja? en el modo de sentir y expresar, a la de
los pueblos modernos.
En nuestro pa?s, aquel gran poeta a quien amamos, porque en sus
cantos reflej? enteramente el alma de este pueblo, nuestro inolvidable
Pastor D?az, a quien no se hizo todav?a la necesaria justicia, rompi? des