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64 Bolet?n de la Real ylcademia Gallega
RECTIFICACI?N
Al empezar la publicaci?n del presente trabajo en el BOLET?N, n?mero 126,
correspondiente al 1.? de Septiembre de 1918, insertamos una nota a la p?g. 161
referente al antiguo Almac?n de la P?lvora de nuestra ciudad y a una ins
cripci?n muy borrosa que ostentaba sobre el dintel de su puerta, de cuya
lectura parec?a deducirse que dicho edificio deb?ase a un Glaradabont.
Como el as?rito, en realidad, era ajeno a nuestro estudio, no nos hemos
detenido a comprobar si la copia de la mencionada ?inscripci?n contendr?a
errores, y dimos su traducci?n por buena, excepto la ?ltima palabra, Glarada
bont, que por su semejanza con la de Barbanz?n, nos pareci? que pudiera ser
?sta, y que, por lo tanto, expresar?a el t?tulo que llevaba el Capit?n General
que gobernaba a Galicia en aquella ?poca.
Pero nuestro distinguido amigo el R. P. Antonio Antunes Vieira, S. J. lusi
tano, que debido al estado pol?tico de su pa?s, reside en Pontevedra, en carta
fechada en dicha ciudad el 12 de los citados mes y arto, nos participa que al leer
nuestro trabajo estudi? con todo cuidado el famoso letrero, y que no encon
trando su versi?n ajustada a la exactitud, hab?a conseguido el poder ofrecerlo
restaurado.
Como rectificaci?n, pues, a la copia, lectura e interpretaci?n del letrero
repetido, transcribimos los principales p?rrafos de la carta del ilustre P. Antunes:
?Para que V. conozca el inter?s que me ha despertado su lucubraci?n, me
permito exponer aqu? unas observaciones que luego me ocurrieron sobre las
interpretaciones dadas a una inscripci?n, transcrita en la p?g. 161, nota 4. (Del
Bolet?n cit.)
Los dos versos est?n manifiestamente deturpados, lo que pronto se con
vence por la metrificaci?n, y a consecuencia la versi?n, seg?n me parece, no
resulta aceptable.
Lo que se ha, le?do Glaradabont, no es m?s que ligaci?n corrompida de dos
palabras muy latinas, el adjetivo plural clara (no glara) con dabunt, forma
verbal, en la 3.' pers. del futuro de do, das.
El an?nimo autor de la ep?grafe, conocedor de la m?trica cl?sica, supo
condensar en un primoroso d?stico (ex?metro y pent?metro), sin falta ninguna
de la prosodia latina, todo el concepto que la inscripci?n deb?a presentar. En el
ex?metro super? bien la dificultad de expresar el destino de la c?lebre construc
ci?n; y luego en el pent?metro, con elegante y corta per?frasis, design?, sin
nombrarla, la noble persona a quien se deb?a el edificio.
As?, pues, salvando perfectamente la metrificaci?n, con sus cesuras y con
el justo empleo de pies espondeos y d?ctilos, creo, salvo meliori judicio, que los
versos se deben leer en esta forma:
InARTIS OPUS CERNIS, NITRATI PULVERIS ANTRUM.
NOMINA SI QUAERIS, STEMMATA CLARA DAnUNT.
>Lo que en Vulgar da sencillamente: Es una obra de Marte lo que est?i
mirando, un almac?n de p?lvora. Si pregunt?is el nombre (o bien los nombres,
del fundador); los preclaros blasones lo dir?n.
?No hay que extra?arse, estando la inscripci?n borrosa, de no haber