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74 jolelin de la Real Academia Gatlega
tiva se ha creido en el caso de premiar?e de la ?nica manera, aunque po
bre, que pudo hacerlo, nombr?ndole socio de m?rito en sesi?n de 22 de
Octubre.?
Posteriormente, en el a?o 191o, el se?or Garcia Mon fu? designado
para la Presidencia de la Asociaci?n Protectora, cargo que desempe??
durante dos a?os, en los cuales di? pruebas de su cari?o a Galicia y a las
glorias de nuestro pals, organizando el grandioso homenaje que en honor
de Curros y a beneficio de la Academia se celebr? en el Teatro Nacional
de la Habana, con nemorable ?xito, el 15 de Septiembre de 191o, y lle
vando a cabo el mismo dia del siguiente a?o, tambi?n merced a su ini
ciativa, otro festival an?logo para conmemorar el primer centenario del
nacimiento de Pastor Diaz.
Unase a estos datos el detalle significativo de que la gesti?n econ?
mica del se?or Garcia Mon en la Presidencia de la Protectora fu? brillanti
sima y fruct?fera para la Academia, y se comprender? bien por todo ello
cu?nto y can hondamente lamentamos su muerte prematura, y cu?nto y
cu?n sinceramente nos asociamos al dolor que experimenta la distinguida
familia del finado y del que participan tambi?n seguramente nuestros
hermanos residentes en Cuba, ya que se trataba de uno de los gallegos
benem?ritos que con su labor honraban el nombre de la tierra.
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LA GUERRA DE SUCESI?N EN GALICIA
A la memoria del Excmo. Sr. D. Manuel
Lago Gonz?lez, Arzobispo de Santiago.
I.?PELIGRO DE INVAS16N (1).?Un incidente de la guerra de suce
si?n a la muerte de Carlos II, que ha tenido por campo Galicia, no ha
sido todav?a objeto de estudio por n?ng?n h?stor?ador, que sepamos, en
muchos de sue detalles. Por eso hemos cre?do oportuno hacer una sucin
ta resefia hist?rica, la cual, aunque no tenga una importancia trascen
dental en nuestra historia national, no le negaremos tampoco toda
importancia, por lo menos desde el punto de vista hist?ricogalaico.
Con la entrada en la guerra de Inglaterra y Holanda contra Feli
pe V, era de temer un ataque por mar a las ciudades del litoral gallego,
o tal vez una invasi?n en nuestro territorio. Pero este peligro crec?a de
(I) C., fol. 285.