Doletln de la Real 5 cademia Gallega 227
ben un libro? (1). Libro, y no otra cosa, es el peri?dico. En ?l
leen todos, y si la prensa, como todo lo human, es perju
dicial a veces, otra es revulsivo en?rgico para la vida colectiva, y
en todo caso pos?e las maravillosas virtudes de la lanza de Aquiles.
Como ella cura las heridas quo causa.
III
Gran enetniga despert?, desde sus comienzos, la libertad de
imprenta. Implacables sali?ronle al camino los odios y venganzas
todos. Tampoco desertaron las malas artes. Aquellos que la
detestaban y que militaban en bandos opuestos, apresur?ronse a
demandar para ella toda clase de mordazas. Y, ? caso extra?o ! ,
ellos, sus encarnizados enemigos, fueron los primeros en aprove
char los momentos de libertad o respiro en la legislaci?n de im
prenta, para con sus licencias y procacidades ?en que se mostraa
ron maestros?, hacerla, por medios rastreros, aborrecible y odiosa
por s? misma a los que tn?s debieran amarla, por ser ella la salva
guardia de sus derechos. Utiliz?se, pues, la libertad de imprenta,
para combatirla. ?Es tan c?modo declamar contra la libertad,
conseguida con l?grimas y sangre, aprovech?ndose de esa misma
libertad
Por la libre emisi?n del pensamiento se ri?eron cruentas ba
tallas; pero siempre, tras m?s o menos moment?neos eclipses,
recobr? su albedr?o y, como deb?a imponerse, se impuso su impe
rio. La Bastilla con su tradicional poder y su colosal mole de
piedra, que mientras sirvi? para satisfacer venganzas personales se
mantuvo en pie, en cuanto se pretendi? encerrar entre sus fuertes
muros el pensamiento humano, ?ste, no cal?iendo en el estrecho re
cinto de una celda, hizo ?xplosi?n . y di? por tierra con el poder'
tradicional que as? intentaba aherrojarlo.
La lucha por la libertad do la prensa derroc? m?s de un trono,
y hoy en el goce pleno, m?s o menos limilado, pero extenso, de
la libre emisi?n, la prensa es duefia y senora del mundo, y gran
des y peque?os, humildes y poderosos y aun los que m?s soberbia
mente aparentan desde?arla, la miman y contetnplan y todos le
rinden pleites?a.
(1) Ejemplo el volumen quo public() El Sol de Madrid, quo forma
un grueso tomo en 8.0, de 388 p?ginas, y no es m?s que el texto del
n?mero de 1.4 de Julio de 1928, de dicho importante diario.