bolet?n de la Real flcademia Gallega 33
Fu?me ya dado interpretar su canto,
Y su concierto comprender divino.
Pasado hab?a el ?spero bramido
De equinocial tormenta:
Era ya el tiempo en que el flotante nido
Sobre las ondas el alci?n sustenta.
La atm?sfera brillaba transparente,
Melanc?lica y pura,
Cual siempre brilla en la estaci?n doliente
En que su ?ltimo adi?s dice natura.
Chispas brotaba de argentada lumbre
Fosf?rica la playa,
Y all? se ve?a en la enriscada cumbre
La hoguera relucir de la atalaya.
Sobre la mar las barcas vagarosas
Del pescador se mecen,
Que ora cruzan cual sombras silenciosas,
Ora con mil antorchas resplandecen.
Y el fruto de su af?n de cuando en cuando
Cual ufano guerrero,
Sobre el marino caracol soplando,
A las playas anuncia el marinero.
Al pi? solloza de la vieja ermita
El buho sus congojas:
La r?faga de oto?o el bosque agita,
Y arrancadas volar se oyen las hojas.
Entonces fu? cuando elev? su acento
La escondida Sirena:
Yo no la v?; no revol? en el viento;
No apareci? en las ondas, ni en la arena!
All? son? d? escombran la ribera
Religiosas ruinas;
All? r?stico templo un d?a fuera;
All? or? el pueblo fiel de las marinas.
Min? la mar sus fr?giles cimientos
Al altar de la ald?a;