32 Bolean de la Real Academia Gallega
Que no siempre de crudos aquilones
Domina all? la furia bramadora.
De aquel mar la Sirena melodiosa
Es nuncio de consuelo:
Cuando ella canta, el pescador reposa,
Huyen las nubes... se serena el cielo.
V?sela entonces parecer igera
Cual niebla de verano,
? en los bosques vagar de la ribera,
? surcando la espuma de Oce?no.
Luce ? veces cual r?udo mete?ro,
Sobre el oscuro monte;
? all?, cayendo el sol, cual nube de oro,
Asoma sobre el l?quido horizonte.
Ora se asienta en el escollo alzado,
Que el hurac?n azota;
Ora sobre un bajel abandonado,
A la merced de las tormentas flota.
Busca la vista alguna vez en vano
D? resuena su acento:
Otras tambien la voz del Oce?no
Su voz asorda, ? se la lleva el viento.
Yo la v? un tiempo en mi natal ribera
De la noche ? deshora,
Tender fulgente en la estrellada esfera
R?faga hermosa de boreal aurora.
De all? sus alas c?ndida agitaba
Cual cisne en su laguna,
Y en el arpa de n?car que pulsaba,
Vibrar me pareci? rayo de luna.
Lejano empero ? mi sentir hu?a
Su remontado acento:
Tal vez all? lograban su armon?a
Los globos percibir del firmamento!.... .
. M?s tendi? al fin su pavonado manto
La noche; y m?s vecino