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2t8 joletfn de la Real jlcademia Gallega
hoja, desliz?ndose sobre una costilla, solamente hab?a atravesado la piel
ligeramente.
Renace entonces la alegr?a en el ?nimo de Hamilton; y de este suce
so parte la cari?osa amistad que profesaba a su compa?erito de viaje,
acrecentada por el inminente peligro en que colocara su vida y por la
serenidad y fortaleza d? esp?ritu demostrada por ?ste, tratando de desva
necer a aqu?l sus temores e intranquilidades en cuanto a la insignifican
cia de la herida.
El car?cter de intrepidez del embrionario soldado confirm?se a los
pocos d?as m?s patente ? de un modo inequ?voco. Encontr?ndose jugan
do en el jard?n de las Tuller?as con varios muchachos de su edad, ri?e
con ellos por cuestiones del juego. John, sin fijarse en la desigualdad del
n?mero, pres?ntales batalla inmediatamente. Dados sus conocimientos en
el arte del boxeo, ignorados por sus contrincantes, pronto da cuenta de
?stos tendi?ndolos en tierra, uno tras otro. Acude en el acto su padre,
que tambi?n se hallaba presente en el jard?n, y r?pidamente levanta del
suelo a los vencidos, alaba el valor y robustez de su hijo, al que se lleva
consigo, y ya a solas con ?l y delante de Douglas, repr?ndele duramente
por su conducta.
III
Despu?s de una corta estancia en Paris, llegan los excursionistas a
Ginebra, donde Juan fu? llevado a un colegio, mientras su padre y el
duque se alojaron en casa de un cl?rigo de la ciudad.
El sistema educativo que se daba en aquel establecimiento, y las
predisposiciones del ni?o para el estudio, tanto en las ciencias naturales
como en las exactas, hici?ronle sobresalir en la geograf?a, geometr?a y
aritm?tica. Progresos admirables, tambi?n hizo en las dem?s ense?anzas
que recibi?, como la esgrima, la equitaci?n y el baile.
Su apariencia y cualidades personales mejoraran notoriamente,
seg?n se desprende de un p?rrafo de una carta que su padre dirigi? a su
esposa en 1774, cuando el peque?o Moore contaba trece a?os de edad:
?Juanito es, realmente, un hermoso muchacho. Su rostro acusa
viril belleza; su constituci?n fuerte y su figura elegant?sima. Su inteligen
cia comienza a desenvolverse, demostrando gran vivacidad, templada por
un buen sentido y benevolencia. Es de temple atrevido y valiente, y de
singular atractivo a.
Ya en esta primera etapa de su vida comienza a despertar en el
decidida predilecci?n por la milicia. Con frecuencia jugaba con otros
muchachos de su edad. a a los soldados ?; contemplando las fortificaciones
?