14 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
presa superior ? su tiempo y lograrla, ?no es esto sobrado para
la gloria de un hombre?
No es este lugar de defender ? Feij?o, ni lo necesita ni tene
mos espacio para ello; pero no dejaremos de hablar siquiera sea
de pasada, de aquel moderno defensor, que de una manera harto
vulgar quiso vindicarle, en un pr?logo tan pobre como desgra
ciado, y en el cual se incurri? en el error de defenderle en lo
tocante ? la doctrina de sus escritos y su m?rito relativo, al
tiempo que se le acusaba de un estilo vulgar, que cuando quiso
ser elocuente, "result? hinchado, sin poder elevarse, como los
globos aereost?ticos, cuando llevan mucho peso" s. No, no es
Feij?o un escritor que deba despreciarse por su estilo; no, no
necesitaba hincharse para levantarse; tenia demasiada inteli
gencia, era demasiado poeta para que sus comparaciones no
fuesen dignas de un hombre de imaginacion. L?ase en el Dis
curso II, la pintura del avaro que en ?l se hallar?n frases de
una pintoresca verdad y notable concision, como aquella en que
refiri?ndose ? los condenados, dice: ."Todos caminan por la as
pereza para el precipicio". Y en el Discurso III. "Son los rices
de un temperamento muy delicado, que de cualquier aire se
ofenden mucho; ? como formados de un metal sonoro que ?
cualquier leve golpe d? gran quejido". Y mas adelante: "Verda
deramente las mentiras tienen la propiedad que se atribuye ?
las serpientes, de ir creciendo siempre, sin t?rmino". De estos
elocuentes y po?ticos pensamientos, est?n sembrados sus dis
cursos, y sin embargo de que como se ve est?n escritos con ver
dadero calor y con una pureza, que hasta cierto punto seria lo
cura pedir mas, se dice, que con justicia no puede ocupar so
puesto en otro parnaso! ?Oh sacrilegio! mas justos fueron los
El que escribi? estas fatigosas palabras, sin calor, sin medida, y cite
parecen arrastrarse mal su grado, es el que defendiendo ? Feij?o, le acusa a'
que cuando quiso levantarse cay? en la hinchazon! Bien es verdad que quien
le cont? menudamente los latinismos, galicismos, etc., en que habia ca?do nuestro
autor, escribe coquetear, en el mismo pr?logo, palabra que ignoramos sea tan
castiza, como se deseaban y exig?an del P. Feij?o. Esto no lo escribimos en son
de censura, sino para que se vea cuan f?cil es caer en estos pecados veniales,
y se perdonen al autor del Teatro Cr?tico, aquellos en que incurri?, por ser su
lectura de libros franceses por haber vivido durante una invasion francesa, bajo
el reinado franc?s, y adem?s porque como gallego, le era f?cil escribir entre
otras palabras, tirar por quitar, del verbo franc?s tirer, y del verbo gallego
tirar que tiene la misma significaci?n que en franc?s.