tl;' Doletin de la Real Academia (allega`
llev? a su casa; pero el testigo como buen patriota, visto que tra
taban de, embarcarse y que en Ribadeo nada podia hac?rseles por
no estar aun declarada la guerra en aquel Reino, pas? a Castro
pol y di? parte de todo lo referido al Teniente Coronet D. Antonio
Berm?dez Valledor, Gobernador militar de aquel Distrito, quien ex
puso al declarante que nada deb?a hacer por lo mismo de no ha
berse ,aun en Galicia declarado, y ser?a muy extra?o provocar una
provincia a otra, pero en aquel momento di? orden se alistasen y
armasen varias lanchas que estuvieran vigilantes en sitios propor
cionados a reconocer si trataban de embarcar dicho edec?n y Ofi
cial, y entonces les hiciesen prisioneros y llevasen a Asturias. Re
gres? el testigo a Rivadeo, y encontrando junto a la casa de do?a
Rosa Marchamalo a D. Rafael Azebo, D. Jos? Maria Vila y otros
que no recuerda, les pregunt? por dicho Edec?n y Oficial, y le
contestaron los ten?an seguros el D. Fernando Miranda en su pro
pia casa; pero como tambi?n hallase la com?n noticia de que un
cabo de una Presa (1) francesa que exist?a en Ribadeo pasara al
puerto de San Cipri?n a tratar con el capit?n de un cachemar?n de
su Naci?n para que les condujese a Francia, pas? nuevamente. el
testigo a Castropol, tom? 16 mozo,s de los que hab?a all? alistados
para tomar las armas, y con ellos D. Zes?reo Fernandez Loza, Ca
pell?n del Regimiento de Asturias titulado ?Don Fernando S?pti
mo ?, y en una lancha se trasladaron a la referida villa de Rivadeo;
y llegando al campo de San Francisco de ella, previno el testigo
a los mozos quitasen la escarapela, que no anduviesen juntos ni
causasen da?o alguno a los vecinos del pueblo; pero estuviesen con
cuidado, para que, en ogendo la expresi?n de ?Viva Fernando 7.e ?,
se reuniesen. Muy luego observ? D. Antonio Perez... Regidor que
entonces era, los movimientos, y se apresur? corriendo hacia el
testigo, enfadado, preguntando que novedad era aquella, se reunie
ron los mozos, bajaron alarmados a la plaza, y de consiguiente se
present? dicho Miranda con unos cuantos soldados de los que ha
b?a de guardia en el Consistorio y en su misma casa para custodia
y precaver la misma fuga y marcha de los citados Oficial y Ede
c?n; y en alta voz previno a dichos mozos, y en particular al re
ferido Capell?n por el hecho de venir sin orden a perturbar la
tranquilidad p?blica y amotinar el pueblo, que si no se conten?an
se veria en la dura necesidad de mandar hacer fuego y tomar otras
(1) Embarcac??n apresada.