28 BOLET?N DE LA ACADEMIA dALL?G?
Las triadas de 0 Divino Sainete, carcajadas de dolor que
disimulan el llanto, son trallazos de un alma honrada,. animadora de
un cuerpo casto como el del elefante ?as? gust() de definirse 61, re
cordando a Don Quijote? que besan la virtud y flagelan el vicio.
? Mirand'? chau, A Igrexa fr?a, No convento, Sobre unha foxa
y Crebar as liras, poemas donde el humorismo sirve de cendal a
la s?tira que a veces muestra trozos de absoluta desnudez, resultan,
desgraciadamente, tan a tono con la actualidad espa?ola, que le?das
por el pueblo despiertan a?n entusiasmos c?lidos.
Pero, ?es que la cuerda torva de su lira ya suena a viejo en los
o?dos de los gallegos de hoy? ?Ah, no! La bestia del laudemio sigue
asomando su chata cabeza a trav?s de las mara?as curialescas. Las
gentes de ?nuestro trabajo ?, labradores y marineros, que forman el
censo mayoritario de Galicia, contin?an siendo esclavas del fisco,
siervas del cacique, juguetes del juez rural, engranajes del foro,
v?ctimas de los caprichos del clima, tr?gicas siluetas de insolidaridad
doblegadas sobre el surco del minifundio. Todav?a ellos no ha
llaron otro consuelo para sus quejas, hermanas del sollozo melan
c?lico de la carreta aldeana, que el aullido leal del ?can de pa
lleiro ? y la carta familiar del emigrado que antes train el suplemento
del d?ficit campesino en forma de pr?vido giro y hoy no aporta m?s
que un eco de la angustia del malestar del ausente para hacer mayor
1ct angustia del pobre paria de nuestro agro, que se depaupera,
fisiol?gica y moralmente, d?a tras d?a...
La poesfa social de Curros (oraciones franciscanas con s?bitas
explosiones sat?nicas, al modo de las de Carducci, provocadas por
la injusticia que pone el llanto de orballo del humanitarismo sobre
ellas) puede rezarse hoy con igual fervor y con raz?n m?s grande
todavfa que en el instante de haberla escrito el poeta. Aun nuestra
desventurada tierra no fu? desentangara?ada.
Todos tenemos que ver, pues, en el monumento a Curros, un s?m
bolo de las aspiraciones gallegas y un emblema perenne del afecto con
que las gentes de su raza estiman el esfuerzo humanitario y'lirico del
egregio vate que aun despu?s de muerto ha de seguir ganando ba
tallas.