ti 1 54 BOLET?N DE. LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Murgu?a, Curros Enr?quez, el bardo Policial...,inolvidables
precursores que personalmente le debieron exaltaci?n apasio
nada como luego rendido culto a su memoria, mirar?an go
zosos en esta presidencia al digno sucesor requerido. Y desde
las serenas regiones donde moran asentir?n del acierto en la
elecci?n dos ,excelsas mujeres gallegas, Concepci?n Arenal y
Rosal?a Castro: La insigne pensadora a quien consagr? el `
Sr. Cas?s no s?lo un monumento aleg?rico, una biblioteca
p?blica, un admirable libro y un grupo escolar, sino buena
parte de sus afanes de jurista y de soci?logo, y Rosal?a. la ilu
minada cantora a quien hace ofrenda constante de amor y
devoci?n; con calor cordial que alcanza a?n hoy, en el deshe
cho hogar de la musa, a seres muy amados de su coraz?n.
Nadie como el Sr. Cas?s tuvo intervenci?n directa en pa
sajes memorables de la vida de estas y otras radiantes figuras
galaicas. Iniciativa suya fueron ?secundado por amigos lea
les? la solemne e inolvidable coronaci?n de Curros, Enr?quez
en La Coru?a ante nutridas representaciones intelectuales de
toda la regi?n y de fuera de ella, incluso de las colonias galle
gas en Am?rica; el fastuoso traslado a nuestros lares, desde
Cuba, de los restos mortales del genial poeta para que red+
biesen, seg?n fu? su postrera voluntad, sepultura cat?lica en.
el suelo que entra?ablemente am?: el homenaje supremo al
gran historiador de Galicia; las honras p?stumas de Pondal,
y tantos otros actos destacados en galard?n de la condesa de
Pardo Baz?n, Sof?a Casanova, Filomena Dato Muru?is, Ro
dr?guez Carracido, Vicenti, Linares. Rivas, Mac?as, Salazar,
P?rez Lug?n...
Desde los significados puestos a que sus altos m?ritos lle
varon sucesivamente al Sr, Cas?s, tuvo a gala propulsar todo
movimiento de afirmaci?n de nuestros valores, y aun de aque
llos m?s afines y notorios en la fraterna tierra de Portugal.
As? desde la' alcald?a de La Coru?a en las dos etapas en que
la ocup? con general aplauso, como desde la tribuna y la pre
sidencia de, la en su tiempo afamada Reuni?n de Artesanos o
al frente del ?Instituto de Estudios Gallegos?, entidad de
cultura que ?l fund? y mantuvo con ?xito, su acci?n se orien
t? invariable en tal sentido, fijo el pensamiento en el mayor
prestigio de la regi?n.
Esto, que constituye por si solo soberbia ejecutoria, es