Dotettn de la leal jkcademia Gallega 95
dicha gesti?n el Alcalde propietario Sr. Puga y Parga, que se hallaba en
Madrid, quien, en uni?n de los diputados y senadores de esta provincia,
podr?a visitar al ministro y trasladarse a Toledo para tratar del asunto
con el director de la Academia citada.
Hicieron uso de la palabra, el Sr. Marqu?s de San Mart?n, el Sr. Ovie
do Arce y el Sr. Su?rez Pumariega para elogiar el Museo y recomendar
a todos los all? reunidos que trabajen con fe para impedir que salga de
la Coru?a esa joya art?stica.
Se acord? pedir a la se?ora viuda de Ruiz d?a y hora para que pu
diesen visitarla los citados representantes con objeto de obtener de ella
la concesi?n del Museo.
Despu?s de dar las gracias a los all? reunidos y de ofrecer la coope
raci?n del Ayuntamiento, el Sr. Abad Conde di? por terminado el acto,
que tuvo gran importancia por las entidades en ?l representadas.
La visita acordada se efectu? el d?a 22. Concurrieron a ella todas
las personas comisionadas por las Corporaciones citadas, presididas por
el Sr. Abad Conde.
Por hallarse enferma la se?ora propietaria del Museo, fueron recibi
das por su sobrino, el jefe de. Artiller?a Sr. N??ez.
El Sr. Abad, en nombre de aquellas entidades, formul? el deseo de
que la se?ora viuda de Ruiz hiciese, por su parte, cu?nto le fuese posible
a fin de conseguir que dicho Museo no sea trasladado de la Coru?a.
El Sr. N??ez expuso a sus visitantes que no estaba en mano de su
se?ora t?a el hacer gesti?n alguna despu?s de haberlo ofrecido solemne
mente a la Academia de Infanter?a, pero que ver?a con gusto que los tra
bajos que en tal sentido se dispon?an a efectuar los organismos locales
fuesen coronados por el ?xito y pudiese permanecer el mencionado Mu
seo en la Coru?a.
En vista de esto el Sr. Abad conferenci? por tel?fono con el se?or
Puga para que ?ste visitase al se?or Ministro de la Guerra con el fin de
obtener la cesi?n de aquella joya art?stica. H?zolo as? el Sr. Puga, acom
pa?ado de los diputados se?ores Marqu?s de Figueroa, del Moral, Calde
r?n y Cavalcanti.
El general Echag?e, con gran afabilidad, lament?se de no poder re
solver nada sobre el asunto, entendiendo que el Museo es por ahora de
la exclusiva pertenencia de la expresada se?ora, a la cual solamente com
pete disponer de ?l.
Tal es el estado del asunto al escribir las presentes l?neas. La Aca
domia continuar? en sus gestiones que supone han de ser de un resul
tado satisfactorio.