450 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
pes. Cuando se va al campo, es cuando se comprende la riqueza
de esta 'naci?n: `'Toda la Inglaterra es un jard?n verde, frondoso, lle
no de ?rboles, de flores, de palacios, cruzada de caminos que pare
cen las . calles animadas del paseo m?s cuidado:En lo, que llaman
casas de campo, tienen todo el refinamiento y elegancia de Londres,
y un lujo mayor todav?a, porque la aplican a las obras de la ,agri
cultura; Tienen estufas ` donde cogen ' toneles de ::uvas (muy ricas
por cierto), donde tienen palmeras que dan fruto, tienen establos
y caballer?as pintadas y con adornos, y hacen las personas acomo
dadas una vida que no tiene semejanza en el continente. All? reci
ben visitas las visitas son dos o tres d?as de vivir unos en casa de
otros, con convite por supuesto anticipado. Agasajan mucho a sus
hu?spedes, y es \donde se ve lo interior de una familia. Y a nos
otros nos distinguieron mucho. Pero V. no crea que con eso hay
en esto broma ni risa ni diversi?n. La 'etiqueta no se' pierde jam?s.
Para comer hay q?e vestirse de punta en blanco. En este pa?s
arreglado como un rel?, se habla poco, bajito, y no se oye un rui
do de nada. En una casa de cien personas se 'oye la p?ndola del
rel?.' Nadie corre, nadie r?e, nadie se descompone. Hay bondad, has
ta franqueza, pero alegr?a nunca. As?, despu?s que V. ha admirado
con los ojos el espect?culo de los campos, y del bello paisaje em
pieza V. ,a ver que no se oye nada. El agua no susurra, no hay
apenas p?jaros, los animales est?n silenciosos como los hombres.
En el campo nada se' mueve, nada se siente, nadie bulle: parece.
que la gente se ha ido; y a las dos horas de observar . esto se le
viene .a V. encima del coraz?n todo el peso de ,la Inglaterra. La
espa?ola m?s triste y m?s pebre, ? se morir?a sin remedio de tris
teza en el m?s opulento de esos palacios que parecen habitados por
sombras.` Y as? es; y es que falta unacosa, la ?nica que no pueden
fabricar, como fabrican uvas y melones. Pero les falta el sol.
Amanecen algunas ma?anas hermosas; pero a poco se cubre el
cielo de nubes, y ya el sol ni brilla ni calienta. Creo que Inglate
rra ser?a menos triste, sino fuera' tan hermosa. Pero sucede con la
tierra lo que con sus mujeres; son tan lindas, tan bellas, que le da
a uno una l?stima muy grande de verlas as? tan tristes, tan sin vi
da; y despu?s de todo a cada momento recordamos nosotros nues
tra Espa?a tan alegre, y ese cielo que no puede dar a su horizonte
todo el oro de la Inglaterra.
? Sin embargo este es un pa?s admirable, y m?s que para vis
to por cuatro d?as. Yo estoy deseando por momentos dejarles y se