188 Doletin de la Real ylcademia Gallega
ci?n, confundieron con la ?civitatem ab antiquis fabricatam? (como ya se
dice en el siglo x (t),) ?ab ipso faroi refiri?ndose a nuestra ciudad y a In
torre de H?rcules. Y se escribi? nuestra historia con los heclios y sucesos
que solo al Burgo se refieren.
Como este traslado hizo quela poblaci?n levantada en el Burgo del
Faro alcanzase alguna importancia, comenzaron a solicitar y a obtener
derechosy privilegios, de un lado, el c?lebre monasterio de Sobrado, re
gido entonces por el Abad D. Egidio, hombre emprendedor y activo que
hab?a establecido en el siglo xi' unas ace?as en el lugar de la Haciada
ma (2), y de otro los Comendadores templarios, tra?dos en aquellos dias al
calor de esa importancia por los que entonces pose?an y gobernaban estos
lugares, que eran losse?ores de la poderos?sima casa de Traba,yque,
por lo tanto, figurase m?s en los documentos Burgo del Faro que la Co
ru?a, momentaneamente oscurecida.
pu? en el siglo xi' cuando Ilega el Burgo a su apogeo. En 1153, y
aconsejado tal vez por su ayo D. Fernando P?rez de Traba, concede Don
Alfonso el Emperador al Monasterio de Sobrado, harto favorecido de la
casa de Traba, el diezmo del mar del Burgo de Faro (3). El mismo Con
de D. Fernando le hac?a tambi?n en dicho a?o, una donaci?n an?
loga (q). El Rey D. Fernando II protegi? tambi?n al Monasterio, conce
di?ndole en 1185 un terreno en el Burgo del Faro, y al a?o siguiente un
privilegio por el que acotaba las ace?as que dicho Monasterio tenia en la'
Haciadama, tambi?n en dicho Burgo y lugar bien conocido, para que haya
dudas sobre su situaci?n (5). M?s tarde, all? por losa?os de 1r6o61, el
mismo Rey D. Fernando hizo merced al Arzobispo de Santiago de la mitad
de dicho Burgo del Faro, con su coto, la iglesia de Santiago, (prueba de que
(1) Seg?n escritura de donaci?n de D. Bermudo II al obispo de Santiago, '
a?o 991, que publican Vedia y Gooseus, Historia y descripci?n de la Coruita, p?
gina 142, y Murgufa, Galicia y sus monumentos, p?gina 252.
Que la Coru?a era ya entonces antigun, no solo lo demuestra su faro, sine. ,
las muchas l?pidas romanas, t?gulas,"?nforas, piedras de molinos de mano, mo
nedas. etc. quo en diferentes ocasiones se hallaron, y mpy especialmente cuando
las obras para la cailer?a del agua, lo que demuestra que cuando la romanizaci?n
de Galicia era la Coru?a una poblaci?n no pequefia.
(2) V?ase p?gina 3 de Ferrol y Puentedeume, por D. C?sar Vaamonde.
(3) V?anse las obras de nuestros queridos amigos D. Francisco Tettaman
cy, Apuntes para la historia comercial de la Coruila, p?g. 17; y D. C?sar Vaamon
de, ob. cit., p?g. 3.
(4) Vaamonde, ob. cit., p?g. 3.
(5). Vaamonde, ob. cit., p?g. 66. i