100 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
bato creacional con el que ha de lograr su versi?n tect?nica
y pl?stica plena de triunfante vigencia. No cabe, pues, indife
rencia ante ella y considerarla como si se tratase de un hecho
repetido, ya visto y sentido, que no precisa de nuevo encasillado,
por el contrario, dada la ?ndole de su tem?tica preferentemente
ambiental, con mayor objetividad y serena captaci?n debe ser
examinada y apreciada. Por que todos los d?as sigan naciendo
criaturas no ha de considerarse el hecho como una simulaci?n
del primer nacimiento, sino que ello es tan perpetuamente crea
cional como el parto de la primera madre del mundo.
Nuestro ?ltimo encuentro con G?mez Rom?n fue en la villa
orensana de .Carballi?o, lugar que frecuentaba en verano. Bajo
la apretada fronda de los bosques de aquel parque, su vejez
pulcra, su apacibilidad espiritual, acusaba ya el cansancio
de tantos a?os alimentando las llamas de la inspiraci?n, de
los anhelos y de los ideales. Desde luego, el esfuerzo del artista
para conseguir una forma nueva y adecuada al esp?ritu del
tiempo es considerable y dolorosamente costosa. Pero ah? nos
queda su obra en la que, si bien trasciende la expresi?n de unos
temas del pasado, la supo hacer viva y latente porque logr?
llenarla de tiempo contempor?neo.
Reciba, pues, de este modo, el homenaje de admiraci?n al
artista y el del afecto al amigo reunidos en el testimonio do
liente de la p?rdida y en el de la c?lida, emocionada y eterna,
recordaci?n.