LETRAS DE DUELO 99
tivo. Por el contrario, creemos que basta enfrentarse con cual
quiera de sus obras de cierto empe?o, como el Museo de Lugo,
la Caja de Ahorros de Santiago, o cualquiera de sus proyectos
no realizados, para afirmar que si bien tales obras son mues
tra lograda, con mel?dica reiteraci?n si se quiere, de intensas
efusiones ambientales, en todas ellas domina una honda ela
boraci?n mental generadora de soluciones est?ticas y funcio
nales plenamente afines al m?s moderno sentido de la vida.
Porque en cualquiera de los proyectos de G?mez Rom?n domi
na, sobre todo, un sentido humanizado que se desenvuelve en
un grato clima ambiental, propicio y sugeridor, que reanima
la continuidad de aquellas formas pret?ritas, cuyo desarrollo
adapta al anhelo vital de nuestro tiempo. Mas no es, como se
viene censurando, que el retorno a los p?rticos, a las ventanas
recuadradas, a las volutas, a los frontones rotos, sea un pro
ceso de simple evasi?n est?tica, como ocurri? con la Arquitec
tura rom?nica, sino una firme y aut?ntica creaci?n, engen
drada en s?lidos y arraigados conocimientos bajo el soplo de
nuevas brisas de inspiraci?n. Tr?tase, pues, a nuestro modo
de ver, de nuevas interpretaciones que si han bebido en una
fuente que se supon?a agotada, como la propia Naturaleza,
reverdecen en formas germinales que carecen de l?mite, que
nunca son terminales, que nunca se cierran, sino que dan paso
a nuevas formulaciones est?ticas. Porque la interpretaci?n que
del fluir de las formas barrocas exhiben las obras de G?mez
Rom?n, corresponde a una tensi?n inspiradora que crece y no
se agota, es como un brote que da paso a la veta viva que se
oculta en los estratos m?s profundos y que hace posible la ger
minaci?n perpetua, o, lo que es lo mismo, la renovaci?n eterna
de los procesos creacionales.
Finalmente dir?amos a quienes mantengan que la obra de
G?mez Rom?n es un constante ensayo art?stico nacido de unas
mustias a?oranzas o que adolece de falta de autenticidad crea
cional, que lo que en arte importa es el final y no el camino
elegido para llegar.
Si la obra arquitect?nica de G?mez Rom?n rescata de la
yerta Arqueolog?a formas que tuvieron su ?poca y en ella su
formaci?n, su triunfo y su muerte, lo hizo para extraer de ellas
su fondo expresivo y po?tico e incorporarlo al apasionado arre
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