96 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
la valoraci?n t?cnica y funcional y sobre la facultad estimativa
de los valores est?ticos, ambientales y creacionales. No, por sa
bido, no es este reconocimiento el que vamos a ponderar aqu?,
creemos m?s bien propio de este momento que dedicamos al
recuerdo del compa?ero desaparecido, enfrentarnos con el di
latado resumen de su obra y tratar de extraer de ?l la esencia
?ntima, singular y hondamente representativa, de su significa
do, es decir, el obtener el conocimiento m?s exacto y concreto
posible de cual es el lugar que a dicha obra le corresponde ocu
par en la historia de la Arquitectura espa?ola.
No es posible ni es menester relacionar y menos describir
cu?nta y c?mo es la abra arquitect?nica de G?mez Rom?n, to
dos cuantos nos honramos con haber sido sus compa?eros de
Corporaci?n la tenemos presente, siquiera en su mayor parte.
Basta al prop?sito tomar en consideraci?n cuanto domin? en
ella el sentido 'ponderativo de los valores vitales y est?ticos tra
dicionales en Galicia. No fue impedimento al desenvolvimiento
de su obra el bajo nivel econ?mico padecido por nuestra regi?n,
tan s?lo la habr? podido reducir pero el tono mantenido siem
pre, indeclinable y, sin concesiones, en la utilizaci?n de mate
riales nobles y su costoso tratamiento artesano, fue meta pri
mordial de ella. De ah? que en toda su producci?n arquitect?
nica, concentrada, salvo pocos casos aunque importantes, en
la regi?n gallega, obedece a un concepto creacional directa
mente inspirado en formas pret?ritas que ejercieron una su
premac?a basada en su identificaci?n expresiva con el paisaje,
el alma y el sentimiento, 'propios y aut?nticamente espec?ficos
de 'Galicia. El desarrollo, el desenvolvimiento, el fluir constante,
incansable de su obra, que hoy se conserva pulcramente respe
tada y apreciada en distintos lugares de Espa?a, marca una
l?nea est?tica recta y uniforme sin alteraci?n o vibraci?n algu
na que denuncie vacilaciones o renuncias. Es ?ste, sin duda,
uno de los casos m?s singulares de persistencia conceptual que
pueden registrarse en la historia de las Artes pl?sticas contem
por?neas.
Ahora bien, esta sorprendente cualidad que distingue la
obra de G?mez Rom?n, radica, evidentemente, en la revalori
zaci?n de unos arquetipos est?ticos que por toda Galicia y par
tiendo del centro art?stico que fue 'Compostela exhiben su ma
durez temporal. Pero esta revalorizaci?n no afecta m?s que a