36 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
pero, algunas voces facultativas cuyo empr?stito es indispen
sable de unas naciones a otras? (1). Unase, luego, a esta ex
celencia del espa?ol la riqueza de estilo de sus grandes inge
nios cl?sicos. De Feij?o son, en efecto, los siguientes altos
encomios en que expone: ?La elegancia y pureza de D. Car
los Coloma y D. Antonio de Sol?s en materia de historia
no tiene que envidiar a los mejores historiadores latinos.
Las Empresas Pol?ticas de Saavedra fundieron a todo T?cito
en Castellano sin el socorro de otro idioma. Las Teolog?as,
expositiva y moral, se hallan vertidas en infinitos sermones
de bello estilo. ?Qu? autor latino escribi? con m?s claridad
y copia la M?stica que. Santa Teresa? ?Ni la Escol?stica en los
puntos m?s'sublimes de ella, que la Madre Mar?a de Agreda?
En los asuntos po?ticos ninguno hay que las musas no ha
yan cantado con alta melod?a en la lengua castellana, Garci
laso, Lope de Vega, G?ngora, Quevedo, Mendoza, Sol?s y
otros muchos fueron cisnes sin vestirse de plumas extran
jeras? (2).
?Qu? m?s? Todav?a en sus tiempos, harto calamitosos
para la literatura, halla nuestro pol?grafo plumas excelsas
que admirar, pues: afirma: ?no faltan espa?oles que hablan
y escriben con .suma naturalidad y propiedad el idioma na
cional. Sirvan por todos y para todos de ejemplares D. Luis
de Salazar y Castro, archivo grande, no menos de la lengua
castellana antigua y moderna, que de la historia, la genealo
g?a y la cr?tica m?s sabia; y el Mariscal de Campo, Vizconde
(1) Teatro Critico, t. I, p. 382. Por lo que afecta a la lengua gallega
es ?nos dice? ?en realidad indistinta de la portuguesa, por ser poqu?simas
las voces en que discrepan y la pronunciaci?n de las letras en todo semejan
te; y. as? se entienden perfectamente los individuos de ambas 'naciones, sin
alguna instrucci?n antecedente?. (Ibid., loc. cit).
(2) Ibid., p. 379. Acerca de uno de estos escritores, o sea de D. An
tonio Sol?s, escribe de nuevo, mencionando la Historia de la Conquista de
M?jico, en el t. IV, p. 499: ?Y ?qui?n puede negar que este autor, por la
hermosura del estilo, por la agudeza de las sentencias, por la exactitud de
las descripciones, por la clara serie con que teje los sucesos, por la pro
fundidad de preceptos pol?ticos y militares, por la propiedad de los caracte
res, es comparable a todo lo mejor que en sus floridos siglos produjeron
Grecia y Roma?
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