50 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
todo el onom?stico en pocos d?as. Es el caso que alguno que sepa
la lengua castellana vaya diciendo al ni?o los nombres castella
nos de las cosas y se?al?ndoselas con el dedo o la mano.
70 Ser? muy del caso que el ni?o vea, toque y manosee la dicha
cosa y nombre castellano con mucha atenci?n, y que para ayu
dar a la memoria, la sujete a sus cinco sentidos exteriores. No
se ha de tocar al ni?o voz alguna latina, hasta que haya de en
trar en la gram?tica. Entonces se le ha de poner delante el mis
mo onom?stico castellano con los latines correspondientes. Todo
el cuidado de los que han de en (380 r.) seriar al ni?o ha de ser
en ejercitarles los cinco sentidos exteriores. Aqu? se descubre la
clave de los errores y preocupaciones.
71 Y consiste ?sta en confundir los objetos intelectuales con los
que han de entrar par los sentidos externos. A los ni?os se les de
be hablar poco de cosas invisibles y espirituales, cuando m?s
con estampitas, como con aleluyas, pues los ni?os aunque no
est?n en estado de hacer idea de las cosas espirituales y s?lo
abrazan bien las cosas que les entran por los sentidos exteriores,
por la regla de que nihil est in intellectu quin 1 prius fuerit in
sensu.
72 As?, todo lo que pertenece a la Doctrina Cristiana y los mis
terios cat?licos de la Fe, s?lo se les ha de explicar ligeramente
en lengua vulgar y sobre esa explicaci?n han de caer las estam
pitas. El ni?o no podr? hacer clara idea de las cosas espirituales.
?Qu? digo el ni?o? ni a?n el barbado, por m?s barbas, m?s a?os
y m?s letras que tenga. Esta se debe contentar con creer a pies
juntos; y no es poco que el ni?o se contente con lo propio, y s?lo
se dedique a hacerse cargo de todos los nombres castellanos y de
todas las cosas que Dios ha criado y visibles en Espa?a.
73 Otro modo hay para que el ni?o recoja muchos nombres y
cosas, y es haciendo an?lisis de todos los juegos y enredos pueri
les. Entre ellos hay muchas (380 v.) voces antiqu?simas castella
nas, que apenas se entienden, y suelen usar de unas coplillas casi
ininteligibles. A veces no usan los ni?os de coplas, sino de un
contexto vulgar y asonantado. Y es de saber que todas esas vo
ces que usan los ni?os son antiqu?simas y muy puras. Pondr? un
ejemplo en el vulgar gallego.
Quam MS.