78 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
actuaci?n suya ligada al tema de este trabajo, a la que alude
la siguiente noticia que m?s adelante comentaremos: nuestro
ilustre conterr?neo ostent? tambi?n el t?tulo de Acad?mico co
rrespondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legis
laci?n, que le tribut? gracias "por haber accedido a su llama
miento y tomado parte activa en las tareas del Congreso ju
r?dico espa?ol de 1886".
3. Juan Manuel Paz Novoa ante el problema de la sustan
tividad del Derecho civil gallego
Por el tiempo en que el ilustre jurisconsulto orensano bri
llaba en la c?tedra y en el foro, corriendo la segunda mitad del
siglo XIX, se desarrollaba en Espa?a el proceso de la codifica
ci?n civil, que hab?a apuntado ya con sentido general unifor
mista en el art. 252 de la Constituci?n de C?diz de 1812 4 y que
suscit?, o m?s bien recrudeci? el problema del reconocimiento
y la subsistencia de las legislaciones forales. En general, las
opiniones se divid?an entre los partidarios de la uniformidad
legislativa, que supon?a la muerte de aqu?llas, y de la simple
unidad o antiuniformidad, que comportaba su respeto en una
u otra forma. Pon lo que concretamente se refiere a Galicia las
posiciones se radicalizaron, por as? decir, manifest?ndose en el
sentido de poner en tela de juicio la propia existencia del de
recho foral gallego. En esta controversia, el jurisconsulto Alon
so Mart?nez, que en cumplimiento del Decreto de 20 de octubre
de 1881 present? a las Cortes las bases para la formaci?n de
un C?digo civil y refrend? luego como Ministro la Ley de Bases
de 11 de mayo de 1888, lleg? a desconocer su existencia me
diante una construcci?n expositiva que entra?aba un evidente
sofisma. Las dos ?nicas instituciones jur?dicas vigentes en la
regi?n gallega ?sosten?a son el foro y la compa??a familiar;
4 Decimos "con sentido general" porque el art?culo citado en el texto, si
bien establec?a el principio de que unos mismos c?digos regir?an en toda la mo
narqu?a, hac?a la salvedad siguiente: "sin perjuicio de las variaciones que por
patriculares circunstancias podr?n hacer las Cortes". En rigor, la primera mani
festaci?n positiva de la cuesti?n foral en el aspecto legislativo codificador la
constituyen las Bases generales elevadas al Gobierno por la primera Comisi?n Ge
neral de Codificaci?n nombrada por Decreto de 19 de agosto de 1843, dado el
tenor de la Base 3.a, a saber: "Que el C?digo Civil comprender? las disposiciones
convenientes para que en su aplicaci?n a las provincias que tienen legislaci?n es
pecial, no se perjudiquen los derechos adquiridos, ni a?n las esperanzas creadas
por las mismas legislaciones."