bolelin de la Real )lcademia allega 161
Y fu? santa. Cant? a los hutnildes, a los expoliados, a los trabaja
dores y a los escarnecidos, de quienes fu? el verbo.
En Padr?n, donde vivid, cant? y muri? aqu?lla a quien aun hoy
recuerdan con l?grimas los aideanos de los alrededores, ?paseaba por
?.los campos floridos su vida l?nguidamente suave. Desde la solana, se
?pon?a en los d??s claros a ver morir el Sol, y como el Nazareno dec?a:
?Dejad que los nifios se acerquen a m?,? y todas las tardes el jard?n
?melanc?lico de su casal vetusto lo invad?an coino pardales locos los
?chiquillos pobres del lugar, para a su rededor, bajo el encanto de su
?voz, ir aprendiendo a leer? (1). .
lPobre Rosal?a! No por aquella oposici?n? se habr? dolido tu alma
pura en las regiones donde toda verdad tiene su asiento, de la ingrati
tud y del desconocimiento de tus grandes virtudes por los hombres. No
fu?, no, el pueblo que tanto amaste, quien te regateaba para neg?rte
los, esos f?tiles y vanos honoree. Tu pueblo, este pueblo noble y gene
roso, tan desconocido como vilipendiado injustamente, te ha levantado
un altar en en coraz?n, bendiciendo tu memorla. Esa es tu mejor ora
ci?n f?nebre y la m?s pura y noble de todas las coronas. Ninguna,
como ella, m?s agradable a los ojos de Dios.
EUGENIO CARR? ALDAO.
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LOS ALTARES PRIMITIVOS DEL AP?STOL SANTIAGO
(Continuaci?n)
Por eso de los numerosos altares de la antig?edad que en su citada
obra trae Rohault de Fleury, apenas hay ninguno cuyas dimensiones pasen
de un metro. As? en la iglesia de Santa Pudenciana, en Roma, en el cola
teral de l? izquierda, hay en la pared una piedra que debi? ser altar y
tiene 0,32 X 1,22. En 1a catacumba de San Genaro, en N?poles, delante
de la c?tedra episcopal, hay un altar que tiene de largo 1,80. En el Museo
de Marsella se guarda un altar cristiano, cuyas dimensiones son 1,?7 X
1,12 X 0,13. De mucho menor tama?o es el hallado cerca de Loja, en
nuestra Espa?a, donde Fernandez Guerra estudi? en 1878 los restos de
uria antigua basilica cristiana, donde hall?), entre trozos de columnas y
(I) J. PESQUETI A: Pequerio elogia de Rosalia, en ?La Voz de Galicia?, de Buenos Aires
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