300 BOLET?N DE LA REAL ACADEMI? GALLEG
pide instrucciones para la salvaci?n de s? alma;;'pero a'vuel
ta de largos coloquios, m?sticos, le ,pr?pone a su 'piadoso
interlocutor /e instructor ?l matrimonio ` con ella; pint?ndole
muy, al vivo sus >,ventajas 'y :sus i delic?as ? La' reir?a/ es `viuda
y, sabe mucho de cosas del matrimoni?. Para mejor conven
cer al Siervo de Dios y conseg??rsu :intento, emplea tal =c`opi?
de argumentos de la Sagrada Escritura,: y 'los expone 4 en
forma tan elocuente y persuasiva, que haya n'momento' en
que el ;santo anacoreta llega' a .vacilar. /'Aprov?chalo ?ella,
muy astuta,': para solicitarlo con m?s 'vehemencia, :vali?ndose
de todos los medios', de que es capaz una: mujer ciegamente
apasionada; pero/ viendo qu? nada consigue; trata de despo
jarle de su propio h?bito; y entonces se da ?l cuenta 'de que
lucha con el demonio,/ de quien triunfa 'con' la 'se?al ?`de la
Cruz y una ferviente s?plica al Redentor.
En 'esta novelita mu?strase el hagi?grafo muy versado
en las Sagradas Escrituras, pero no' tanto r en achaques.. de
m?stica'. Un cristiano medianamente instruido en. estas cosas,
hubiera ca?do antes en la cuenta del embuste: de la 'fingida
'reina, quien adem?s present?base como un alma privilegiada,
llena de dones sobrenaturales y muy favorecida' por.; el Alt?
simo, haciendo ostentaci?n de. vanos milagros; pero! incu
rriendo en graves deslices, que uno no, se explica, como' pu
dieron pasar desapercibidos a un santo tan grande, hasta el
momento en que la reina seductora, pasa, a v?as de, hecho,
recurriendo a la violencia para derribarle en el pecado. Son
incongruencias del hagi?grafo,'' que revelan el artificio del
relato:
Como puede observarse por el contenido, de la 'dedica
toria de la Leyenda de San Antonio, era Fr. Alfonso Ron
home un enamorado de la lengua ?rabe y un entusiasta de
la cultura oriental, por la cual sent?a la mayor admiraci?n.
Sus estrechas y constantes relaciones con los cristianos del
Oriente, y en particular con los de la Arabia, ocasionadas
por sus viajes y por sus tareas apost?licas, abrieron en aque
lla alma grande nuevos y muy amplios horizontes; y : ya no
pod?a contener sus ansias de mutua compenetraci?n entre
las dos civilizaciones, esforz?ndose por trasplantar al Occi
dente la cultura de los orientales, y abri?ndole paso por
medio de sus traducciones de libros ?rabes al lat?n. Lamen