,r2 DoLeitn de la Real Academia Gallega
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LOS BENEDICTINOS EN LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO
(Conclusi?n)
II
CATEDRA DE PRIMA DE SANTO TOMAS
DOTADA POR DON FRAY DIEGO DE HEVIA PARA LOS BENEDICTINOS
Aunque las tres c?tedras establecidas por constituci?n en esta Uni
versidad eran en rigor suficientes para la ense?anza de la Teologia, la
tendencia natural a perfeccionar las cocas y el ejemplo de otras Acade
mias, donde se multiplicaban esas c?tedras con dotaciones particulares y
acaso tambi?n la circunstancia de encontrarse los benedictinos desde hacia
unos a?os sin ninguna regencia de Teologia en Santiago, movi? al Padre
Diego de Hevia, O. S. B., catedr?tico que habia sido de la Universidad
compostelana, y a la saz?n Obispo de Oajaca, a dotar una, vinculada al
monasterio de San Martin.
En su testamento, otorgado el 14 de diciembre de r656, se lee
esta cl?usula :
Item declaro que tango enviado a los reinos de Espana cantidad de pesos
y otras preseas para fundar, entre otras cosas, una c?tedra de prima de Santo
Toms que la hayan y sirvan en la ilustre Universidad de Santiago los hijos del
real monesterio de San Martin de Santiago, siendo benem?ritos y haciendo los
actos que para las dem?s c?tedras y solemnidades acostumbradas hace la Uni
versidad. Quiero y es mi voluntad se funde con tree mil ducados de Castilla..
Junto con esto habia remitido el obispo mil ducados m?s para
dotaci?n de otra c?tedra de Instituta, cuya fundaci?n e historia no nos
interesa al presente.
Para dar cumplimiento al deseo del prelado mejican?, el 23 de
diciembre de 1662 se ley? en Claustro el memorial siguiente :
El P. Abad de San Martin desta ciudad de Santiago en nombre de sus
monjea y convento dice y suplica a V. S. que por cuanto el senor obispo Don
fray Diego de Hovia remiti? tree mil ducados para fundar una c?tedra de Santo
Tom?s on esta Universidad, on donde fu? catedr?tico de prima y sirvi? muehos
a?os, por reconocer la falta que de ella habfa y provecho que se seguir? al bien
com?n y lustre de la Escuela, de la cual limosna s?lo han cobra do mil ducados
y se espera cobrar lo dem?s, y estos mil ducados paran en mi poder para dicha
fundaci?n; por lo cual Suplico a V. S. que, atendiendo al buen celo de dicho
senor obispo y a lai honras que siempre este convento ha recibido de V. S., nos
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