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la iglesia visig?tica de Santa Comba de Bande (siglo vii). Y que
la costumbre perdura en tanto el rom?nico no crea una nueva ar
quitectura, nos lo prueba el hecho de que todav?a en los ?ltimos
altos del siglo ix se trajeron para la iglesia de Santiago de Compos
tela, levantada por Alfonso III, ricos materiales de Oporto y de
cierto palacio de los Reyes. Con mayor raz?n cabe el sospecharlo de
la iglesia de Lugo, donde tantos edificios romanos debieron levan
tarse, que indudablemente debi? de tener, incluso por esto mismo,
cierta importancia arquitect?nica. Los interesantes descubrimientos
de Santa Eulalia de, B?veda permiten f?cilmente el suponerlo de
una iglesia episcopal.
Mas del edificio romanovisig?tico primitivo que destruyeron
los ?rabes cuando tomaron a Lugo en el primer tercio del siglo viii,
nada se conserva. Sabemos por Odoario, el famoso restaurad?r de
la sede Incense, que cuando Alfonso el Cat?lico la libcrt? de los
?rabes, la ciudad estaba desierta y abandonada, y que repoblada de
nuevo, edific? este famoso prelado la iglesia de Santa Maria (,.et
edificamus domus Dei et Ecclesiam Santae Mariae? ), en la que
es probable que aprovechase, cuando menos, los m?s ricos mate,
riales de la iglesia destru?da por los ?rabes, cuando todav?a en mu
chos de los edificios rom?nicos de nuestra tierra, donde tan poco
encajaban, se conservaron algunas piezas y elementos, como alg?n
fuste en la portada Norte de la catedral de Orense y en la de la
iglesia de Mezonzo, y algunos capiteles en las principales de Cam
bre y de Mug?a.
Pero de todo el monumento levantado por Odoario en la pri
mera mitad del siglo viii tan s?lo se conserva, sobre una puerta de
la catedral, la l?pida de m?rmol que contiene la famosa inscrip
ci?n acr?stica, tantas veces publicada (aunque ninguna reproducida
en grabado) que comienza con la invocaci?n : 0 lux jubar iverie
sol etcelsa Maria (I 0h excelsa. Maria, luz, resplandor y sol de Ibe
ria!). Sabemos por el testimonio de Alfonso el Casto, del a?o 834,
que la belleza de la basilica lucense produjo a este monarca tal
admiraci?n, que quiso que la iglesia de San Salvador de Oviedo se
hiciese a semejanza de la de Lugo (1).
(1) Aunque Dozy duda de la autenticidad de este documento, at
parecer,, porque Mahamud no fu? vencido y muerto en Santa Cristina hasta
el a?o 840, seg?n algunos cronistas, y D. Fortunato ?Selgas, estudiando
las iglesias asturianas y combatiendo algunas opiniones de Murgu?a, lo
considera ap?crifo por haberse consagrado la iglesia del Salvador, de
Oviedo, en el a?lo 802, como el hecho principal que en 61 se narra se re