$olettndela;Real "kcademia Gallega 269
varan: el nombre de otras tantas; poblaciones gallegas y que se publicaron
en un libro que se titula A mantilha de medronhos.
Ese poetaa?ade el doctor Castro? era yo, que, entonces'estaba
lleno de ilusiones y aspiraciones y ahora viejo, vuelvo al mismo punto a
vivir momentos del delicado sentimiento que, Almeida Garret defini?
diciendo
?Saudade, gosto amargo de infelises
Delicioso pungir de acerbo espinho.?
A continuaci?n agradece la deferencia de la Real Academia Gallega
invit?ndole para tomar parte en el acto que se verifica, conmemorando
el centenario de Camoens, gloria m?xima de Portugal, pero gloria tam
bi?n de Galicia.
Se refiere seguidamente a la Coru?a, y en una evocaci?n sublime
dice que al llegar ahora a esta ciudad, m?s altos que la Torre de H?rcules
ha visto en sus calles a los fantasmas.de las inmortales figuras de Rosal?a
de Castro, Curros Enr?quez y Pondal,viendo tambi?n, , al advertir la
desaparici?n de tales figuras, otro fantasma m?s, el fantasma de su juven
tud ya distante.
Despu?s de un saludo espiritual al Marqu?s. de Figueroa, cuya ausen
cia lamenta, tanto m?s por la causa que la motiva, : entra de lleno en el
asunto de su discurso, que denomina ?Boceto de la vida sentimental del
autor de Os Lusiadas?, y dice:
?Luis de Camoens no habr?a sido el extraordinario poeta que fu? si
no hubiese amado como am?. En el amor se originaron todas las desgra
cias de su vida, pero fu? compensadamente la llama del amor lo que subli
m?su inspiraci?n.?
En forma amena y llena de inter?s hace Eugenio de Castro un mi
nucioso y documentado estudio de la parte l?rica de la poes?a camoneana.
En 1567 regresa Camoens de la India, pero sus ansias de llegar a
Lisboa se ?ven frustradas porque a causa de una deuda de doscientos cruza
dos que contrae con el gobernador de Mozambique, Pedro Barreto Rob?n,
tiene que desembarcar en la referida provincia del AfricaOriental, y all?
queda durante tres a?os, hasta que se puede redimir de la tiran?a del ava
ricioso gobernador.
Lee el se?or' Castro un interesante documento de Diego Couto, que
pinta la miseria y el dolor del poeta durante los citados tres a?os, y en el
que se declara que durante ese tiempo compuso Camoens su Parnaso,
donde se hallan sus mejores producciones l?ricas.
Al fin, el 7 de Abril de 1570 llega Camoens a Lisboa, pero un nuevo