?
282
hace este historiador, nos da idea de un recinto, dentro del cual hab?a
diversos palacios", con m?s diversas entradas, vueltas y rodeos, que
produc?an confusi?n; y otros departamentos subterr?neos que serv?an
de pante?n a los doce reyes fundadores del edificio, seg?n ?l, y a los
cocodrilos sagrados (lib. II, cap. ?XLVIII).
Tanto el de Minos debi? parecerse a ?ste, cuanto que en las exca
, vaciones practicadas en Cnossus en 1881 y 1884, ni el sabio norteatne
ricano Stillnaan, ni el ingl?s Milchhoefer, pudieron encontrar resto al
guno de edificio independiente, que tuviese car?cter de laberinto, y
s?lo, s?, el palacio de Minos, una parte del cual, por la disposici?n de
sus m?ltiples corredores, pudiera, por extensi?n, admitir la denomina
ci?n indicada. S?lo en Gotina, la segunda ciudad m?s importante de
Creta, pudo descubrirse un muro de forma circular, que podr?a haber
sido parte del mencionado laberinto; pero sea por lo que quiera, la
moneda de Gotina, contempor?nea de la que nos sirvi? de identifica
ci?n, si bien en el anverso ostenta la efigie de Minos, en el reverso
lleva la figura de Athenea Nikephoros, lo que algo parece indicar.
Todo esto induce a creer que pudo muy bien el laberinto cretense
ser copia o inspirado en el egipcio, tanto m?s, cuanto que, situada
Creta en el catnino que, para llegar a Europa, hab?an de seguir todos
los navegantes procedentes del Egipto y del Asia Menor, y a los cua
les, ya de antiguo, se atribuy? la primera colonizaci?n de la isla, nada
de particular tendr?a que las relaciones portentosas de aquellas gentes
orientales, tan ricas en imaginaci?n, hubiesen, con las maravillosas
relaciones de las grandezas del pa?s fara?nico, hecho entrar al gran
Minos en el deseo de igualar a los reyes egipcios, y que la no menos
ingeniosa inventiva, como implacable venganza, de loa atenienses, hu
biese dado, como destinada a la prisi?n del Minotauro, una parte del
suntuoso monumento, cuya invenci?n encerraba para el gran rey una
deshonra tan grande, cuanto era grande su fama como guerrero y le
gislador.
Para salvar la poca certeza de la existencia de este monumento,
sin contravenir la tradici?n, se quiso hacer derivar la palabra labe
rinto?aplicable a una parte de este palacio?, del culto que en ?l, se
supone, se debi? practicar al hacha doble, s?mbolo de J?piter, seg?n
se dice, por las muchas que aparecieron grabadas en las columnas
de ?l, pero el nombre de aqu?lla no podr?a servir de ra?z para calificar
el recinto, y esa hacha, en tal caso, ser?a la representaci?n simb?lica,
no de J?piter s?lo, sino de Zeos, el J?piter griego, y Hera, en una sola
y ?nica persona, tal como aparece en las monedas de Tenedos, y el