3oletin de l? Real Academia Gallega 303
fu? de los elegidos, que dejan honda huella de su paso por el tnundo
de las letras y un vac?o muy diffcil de llenar. Yo me forjo la ilusi?n
de que, en este momento, su sombra, dejando la callada tumba, pene
tra en este recinto, toma asiento entre nosotros, se levanta y nos dirige
la palabra, salud?ndonos y expresando, con frase tr?mula de emoci?n,
su profundo agradecimiento por el homenaje que le vais a tributar.
?Oh! ?Clue la ihusi?n no sea realidad! Si hoy viviera," al ver su nombre
grabado en la dureza del bronce, podr?a exclamar con el principe de
los I?ricos latinos: non omnis moriar, no morir? del.todo.
He terminado, senores. Si he sido prolijo, si he abusado de vues
tra ben?vola atenci?n, perdonad. Cuattdo se habla con el coraz?n,
s?lo se atiende a sus latidos; no se mide el tiempo, no se mira el reloj.
Y pues desde hoy, desde este venturoso dia puedo Ilamarme hermano
vuestro, recibid, en prenda de fraternidad, en la persona del.dign?simo
Presidente de la Excma. Diputaci?n provincial de la Coruna, del ilus
tre General Sr. Caruncho, un carinoso y apretado abrazo?.
Al abrazar al Sr. Caruncho estall? en la sala una gran ovaci?n.
El Sr. Macias di? un viva a Galicia y el Sr. Caruncho otro a As
torga, que fueron un?nimemente contestados.
Y el acto, solemne, grandioso, lleno de efusi?n y de emoci?n, se
di? por terminado, saliendo de all? todos los concurrentes para asistir
al del descubrimiento de la l?pida costeada por la colonia astorgano
maragata que da el nombre de D. Andr?s Martinez Salazar, a la prime
ra calle longitudinal de la Ciudad Jard?n, seg?n acuerdo adoptado por
el Ayuntamiento de la Coruna, a propuesta del Alcalde, D. Manuel
Cas?s.
COINCIDENCIA PROVIDENCIAL
EN LA CIUDADJARD?N
Despu?s del homenaje tributado al sabio educador de juventudes
y forjador de voluntades, que hizo de su aula del Instituto orensano
un laboratorio fecund() de s?lidas inteligencias, aptas para todas las
disciplinas derhumano saber, vino el homenaje p?stumo dedicado a
la metnoria gloriosa del buceador de nuestro pasado hist?rico y pro
tector de nuestros literates an?nimos, aquel noble y generoso hidalgo as
torgano que fu? como el Mecenas de cuantos ?qu? en Galicia vivian en
la rep?blica de las letras y a muchos de los cuales abnegadamente arm?
caballeros en esta ingrata y a in vez seductora profesi?n de la pluma.
Una dichosa y feliz coincidencia ?acaso tambi?n providencial
ha hectic) que la Coruna rindiese en un mismo d?a el p?blico testimo