i3 Dol?tfn ae la 'Real '31cademia` Gallega
rador, quien le ten?a mucho afecto y le confiri? siempre cargos de los
de mayor confianza. `En' 2 de Enero de dicho ; a?o,:por "mandado;del
Monarca, con el cu?l $e hallaba ' en Toledo, sali?, en? 131i?n?de ?tros
grandes caballeros, para Badajoz, con el objeto de recibir a la Princesa
D.a Isabel de Pertugal y conducirla a Sevilla en donde hab?a de cele
brar sus bodas con D. Carlos, lo que se efectu? el 11 de Marzo si
guiente, a cuya solemnidad ?eisti? D. Fernando. de Andrade (1).
Dominado, como otros tantos personajes de la ?poca, porla fiebre
de los descubrimientos geogr?ficos, y deseando en lo p?sible`contribuir
por su=parte al hallazgo de nuevas tierras,'especialmente en la Am?rica
del Sur, secundado por algunos de sus convecinos, se ofreci? a organi .
zar y pertrechar a su costa una armada y envi?rla a las regiones del Plata.
Acept? el Emperador el ofrecimiento, y en su consecuencia, mand?
D. Fernando construir una nave de 100 toneles, un' patache de 25 y
un bergant?n, y di? el mando d?, la flota a Diego .'Garcia, quien, lle
vando otr? bergant?n deshecho para poderlo armar siemprequo f?ese
necesario, parti? de Finisterre el 15 de Agosto de este atio de 1526, y
despu?s de tocar en las Maderas y Canarias y en varios puertos de la
costa del Brasil, que explor?, lleg? a fines del afio a los arrecifes de
Abre el Ojo, en la mencionada c?sta..
Desde aqu? hizo rumbo a la bah?? de San Vicente, y luego prosi
gui? su navegaci?n al r?o de la Plata y a los r?os Paran? y Paraguay,
recorriendo los mismos territorios que Sebasti?n Cabot, y otros hasta
entonces desconocidos.?
La expedici?n, de la que tan felices resultados se esperaban, se
malogr? por la codicia de Diego Garcia, el cual, habiendo sido acogido
de la manera m?s ben?vola por los indios en todas las regiones que
explor?, se indispuso luego con ellos, y tomando a muchos por escla
vos, los embarc? para Europa. Esta conducta produjo un levanta
miento entre los n?turales, y Garcia, , despu?s de haber .perdido gran
parte de su gente, vi?ndose sin socorro, y conociendo la ferocidad de
los ind?genas, tuvo que desamparar la terra y volverse a Espa??
en 1530 en uni?n de Sebasti?n Cabot (2).
As? termin6 la empresa, que tanta honra como tan poco.provecho
di? a D. Fernando de Andrade.
(i) SANDOVAL. Ob. cit., tom. IV, pigs. 353 y'432?
(2) ANTONIO DE HERRERA, Cronista Mayor de S. M. de las Indias y Cronista de Cas
tilla y Le?n. Historia General de los Mechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firing. del
Mar Oceano, D?cadas III (pig. 278) y IV (p?gs. i y 169). Madrid, edic. de 1726. En esta obra
se relata con toda extensi?n 0 viaje de Diego Garcia.