$olet?n de la Real Academia Gallega 235
y di? de pronto 100. D. Francisco L?pez, 100. D. Benito Martinez
Rayo, 30. D. Antonio de Prado, 600. D. Jacinto Obanza ofreci?
100 mensuales y di? en el momento otros 100. D. Pedro Rodriguez,
40. D. Pablo Sarmiento ofreci? 2 rs. diarios. D. Ram?n Miranda
202 onzas de plata labrada. El cura p?rroco de la villa, por un in
c?gnito, di? mil. El mismo pos s? ofreci? todas las hilas, vendas
y cabezales que pueda recoger. D. Justo Alonso ofreci? 100 rs.
mensuales y di? de pronto 500. Ram?n de Paulo di? 40. D. Do
mingo Alvarez de Ron di? cien varas de lienzo. D. Antonio de Ca
sas di? cien varas de lienzo y doce resmas de papel. D. Miguel
Feal di? 200 rs. Do?a Manuela Lamas de la Torre di? 3 libras de
hilo y 1.020 reales. D.a Mariquita de los Dolores, su hija, de edad
de 6 a?os, entreg? cuatro onzas y media de plata labrada: D. a Jo
sefa Maseda di? 40 rs. D. a Ramona del Campo di? 4 libras y me
dia de hilo. D. ? Manuela P?rez di? 4 s?banas. La villa di?, del
producto del arbitrio de un real de vell?n en fanega de sal que le
estaba concedido para la construcci?n de la iglesia de Santa Maria,
7.022 rs. D. Bernardo Rodriguez di? 200. El convento de las mon
jas, 2 mil. D. a Agustina de la Barrera, 300. D. a Isabel del Rie
go, 100.
El alcalde ordinario de Mondo?edo, D. Juan Lorenzo Santom?,
pas? a Ribadeo a recoger los donativos de la villa y su jurisdic
ci?n. Del mismo punto vino (en el mes de Noviembre) el coronel
D. Manuel Torrado, con encargo de atender a la seguridad de los
lugares por donde se tem?a que entrasen en Galicia los franceses,
que, seg?n rumores, se hab?an internado ya en Asturias. Para po
der comunicarse r?pidamente con Lugo, se establecieron puestos
de 4 hombres entre la villa y aquella ciudad, siendo el m?s pr?xi
mo a Ribadeo el de Nosa Senora da Ponte.
En el puerto hall?base fondeado el bergant?n franc?s El F?
nix, cuya tripulaci?n ?18 hombres? hab?a sido conducida a Mon
do?edo y de alli a La Coru?a.
A?O 1809
El 25 de Enero de este a?o pas? a Ribadeo, desde Mondo?edo,
a donde hab?a ilegado el d?a anterior, M. Fran?ois Fournier,
general del Imperio franc?s. Venian con ?l 150 hombres, ?los que
a su llegada exigieron de todas las aldeas de alrededor pan, carne,
vino, huevos, paja, cebada y le?a, en tanta cantidad, que si se cal