I,
1
solet?n de la Real Academia Gallega 15
As?, aun cuando no se haya realizado, por fortuna para Ga
licia y Espa?a, aquella predicci?n de Rosalfa, en q?e con ?margas
frases dec?a a su esposo, que se dolfa de la indiferencia ante la
i . obra de la poetisa, eDeja pasar todo; no somos m?s que sombra
de sombras. Dentro de poco ni mi nombre recordar?n?, asf y
todo, decimos, aun siendo tan grande la indiferencia de Rosal?a
ante las vanidades del mundo y mayor a?n su modestia, sin em
bargo, debi? sentir momentos de desfallecimiento por la acogida
que hacfan a su labor aquellos que m?s estaban en el caso de saber ,
justipreciarla en toda su importancia.
?Quien leyere atentamente En las orillas del Sar, sentir? en
? muchos de sus versos el h?lito de la tumba, el silencioso e im
? placable helar del invierno de la vida. Su constante invocaci?n a
? la muerte, a la soled?d, al silencio y al invierno, que llama ?mi
?sombrfo y adusto compa?ero?, es el firme y convencido caminar
? de un alma hacia otra vida, llevando el peso abrumador del sen
? timiento y ansiando la suprema hora de su bien ganada libe
?raci?n? (1). Y sin embargo, quiz?s no hay!a tanta distancia
1 entre Follas Novas y En las orillas del Sar, pese a estar escritas
1 . en dos lenguas diferentes, como la hay entre Cantares y Follas,
y eso que lo est?n en una misma. Ciertamente que cada uno de
1 esos libros acusa una ?poca distinta y un modo de ser diferente en
la vida literaria de su autora, por lo que van tan ligadas la vida
material y la moral, y obedeciendo as? a esa modalidad, no es
extra?o podamos hater esas comparaciones. Cantares es la nor,
la esencia de la primavera de la vida: poesfa objetiva, en fin.
Follas y En las orillas del Sar, son melanc?licas y tristes, aun
t f cuando en la gallega, y pasajeramente, encontremos alguna nota
alegre, donde todo as amargo dolor y tristeza infinita: poesfa
subjetiva. No son Follas, no, como algunos dicen, hijas de un
? apacible oto?o; son m?s bien fruto del m?s desolado invierno (2).
Muchos creen y pretenden encontrar parecido y similitud en
Follas y, m?s a?n En las orillas del Sar, con Heine y con B?cquer.
Nosotros solamente lo encontramos con el gran poeta alem?n.
B?cquer es demasiado femenino, y Rosal?a, m?s varonil, es toda
1 pasi?n y fuego; el sentimiento, objeto principal de las canciones
(1) GONZALEZ BESADA Discurso, p?gins 40.
? (2) E1 car?cter natural de nuestia Rosalie, era, sin embargo, propenso al humorismo, y
~ los clue la trataron saben man alegre e ingenua era; pero la vida, con sus contrariedades y amar
'` guras, cambia a menudo, genio y cundici?n.
? .