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276 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
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esfuerzo literario, la frase aquella puesta en el pr?logo a llus ?
traci?n Apolog?tica, en que afirma: ? ciertamente, tendr?as
l?stima de m?, si supieras cuanto me cuesta y a cu?n alto pre
cio compro esto poquito de fama que me granjea la pluma?.
No, nada le cost?, a lo que parece, ni puso tampoco el menor
empe?o, en regularizar la presentaci?n literaria de sus ideas.
Mas, ?c?mo, entonces, se explica, que, en frase del abad
P. Moreiras rayase a tanta altura en su calidad de literato en
que luce, aun en plena ancianidad, ?todo el vigor, fuerza,
energ?a y esplendor de aquella elocuencia que le ha hecho
apellidarle el Marco Tulio espa?ol?. (.1).
A esta pregunta nos responde ya el bi?grafo an?nimo, en
cabezando la edici?n del Teatro Cr?tico de 1773, t. 1, p. XI
? es cierto que se puede dar un hombre de tal juicio y tino
mental, que explique sus pensamientos con propiedad de vo
ces, mueva oportunamente las pasiones y persuada eficazmen
te, pero tambi?n es. innegable que Dem?stenes, Cicer?n y
Fr. Luis de. Granada, cuya elocuencia sirve de modelo, cono
cieron muy bien 101 preceptos ret?ricos, pues los dos ?ltimos
trataron iex profeso esta materia y el primero era tan correcto
en el modo de escribir, que de sus oraciones dec?an oler al
? aceite, por el demasiado estudio que pon?a en' limarlas. Fue
ron los preceptos de, la elocuencia, a la verdad, sacados por
comparaci?n de las obras de los mejores oradores. Lo mis
mo ha sucedido con las dem?s Artes y Ciencias, y nadie duda
que con todo eso es necesario su estudio, porque los elemen
tos o principios de cada.Arte o Ciencia no son otra cosa que
un tejido de verdades o conjeturas deducidas de las observa
ciones hechas por mochos hombres doctos en aquella mate
ria. Todas las Ciencias y Artes quedar?an atrasadas si queda
sen fiadas a las combinaciones privadas de cada particular y
se creyese que un ingenio naturalmente sobresaliente pod?a
atinar con las propias reglas?.
En. estas frases, se?ores, mu?strase harto complaciente
nuestro bi?grafo al asentir en alg?n modo a afirmaci?n tan
original, cual la de atribuir la totalidad de su m?rito literario
a luminosidades de la propia inventiva, si bien advirtiendo
(1) En la aprobaci?n de ?Justa Repulsa? (Obras Apolog?ticas, Ma
drid, 1765), p. 201.
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