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de unos i i `5 cent?metros; corta la hornacina, por lo tanto, aproximada
mente la tercera parte, y aumenta la dificultad de su lectura la irregula
ridad de su redacci?n y grabado, aparte de que no todos sus caracteres,
presumo que por falta de cuidado al repicar los sillares, se conservan
? Integra y claramente.
La lectura exacta y completa de estas inscripciones, no sujetas por
su car?cter hist?rico a redacciones formularias, resulta por lo tanto
imposible; pero de algunas de sus palabras puede deducirse el objeto, y
de la forma de los caracteres, problablemente la ?poca, aunque no con
tanta exactitud, como luego veremos.
Examin?moslas separadamente, aunque sin pretensiones de ?acierto.
La de la izquierda, que comienza con la palabra definitiva de consecrata,
parece decir: Q ? Q(V)INGENO
CO(N)SECR(ATA) ecclesia? NONAS f
ANNO? mileno? (SE) PTVAGENO
QVI(N)TO (fun) DATA ? IACOBI
YA i YAVS ? SP (di) VINE ? SAC(R)E ?
Y? DIB MEMORQVE ? SACRE
Y la de la derecha:
LA(VS) ? E(T) ? VER(itas?) NIA
ET ? TRIB(VS) QVI El.... T? AM
CASTI REG(is) SS HONORE
OCTO DECE(mbris) consecra? MVS ? HIC ?
Aunque en los grabados, el hueco de las hornacinas, guarda la debi
da proporci?n, no es f?cil suponer las palabras destru?das, por las abreviatu
ras que hubiese entre ellas. No pretendo por lo tanto el descifrarlas,
tarea que dejo para los competentes; pero conviene se?alar que del sentido
de algunas de las palabras claramente se deduce que se refieren a la
consagraci?n de la Catedral compostelana, y que en ellas se consigna una
fecha, de inter?s extraordinario si, como parece, se refiere al a?o de
1075; es tambi?n de hater notar l? referencia que hace, probablemente,
una de elks, al Rey D. Alfonso el Casto, en cuyo tiempo se descubri?
el cuerpo del Ap?stol, y a quien se debe la iglesia primera levantada en