164 Bolet?n de la Real Academia Gallega
jam?s el oro de estas cantidades pudo hallar crisol en el que mejor
se purificase que el noble empleo que se da a estas sumas..
Si como dec?a Aparisi y Guijarro elevamos el coraz?n para que
el fango del mundo pase por debajo de ?l y no lo manche, forzosa
mente tenemos que declarar que la obra realizada por los gallegos en
Cuba desde el 11 de Enero de 1880 a la fecha, fu? m?s que extraor
dinaria, asombrosa, revelando una honradez sin l?mites, una perseve
rancia sobrehumana y el m?s santo y puro amor . por Galicia.
Si estudiamos el empleo ? de esa cifra de tres y cuarto millones
de pesetas, pronto nos daremos cuenta, por superficial que el examen
resulte, de la enormidad de lacerias curadas, de tantos y tantos do
lores mitigados, de los r?os de l?grimas santamente enjugados.
? Ser?a posible ofrecer el m?s somero compendio de la suma de
esfuerzos, de las incalculables energ?as, de las ?picas jornadas reco
rridas por cuantos tuvieron en sus manos la direcci?n de este Centro
Gallego, excelso por su patriotismo, venerable por su munuficencia,
augusto por sus funciones y glorioso por su historia ?
Su misma grandeza responde a todos los clamores, ya alaben o
vituperan, y carece de todo m?rito afirmar de que, asentada su exis
tencia en las s?lidas bases en que las cimentaron los anhelos de sus
fundadores, su auge no habr? de ser interrumpido.
Y habiendo llegado a este grad?, de esplendor sorprende que el
Centro Gallego carezca de relaciones de orden espiritual y econ?mico
en Galicia, olvid? lamentable, porque no creo puedan tenerse en cuen
ta las que de un modo imperfect?simo, embrionario y m?s que nada
oficinesco, se intentaron con fracaso absoluto y merecido.
Quiero suponer m?s bien que a olvido y a no experimentada ne
cesidad se deba esta falta de relaciones con la peque?a' patria, a 1.9
carencia all? de una entidad, de una corporaci?n, de un organismo
capaz de secundar con patri?tico celo, con sinceridad el esfuerzo ya
gigante aqu? realizado ; de una asociaci?n que supiere y pudiese co
rresponder a los ideales, aa la solidaridad, en suma, que har?a fecun
dos los sentimientos, los caros intereses de la Colonia, que no son ni
pueden ser distintos de los de Galicia.
Esta corporaci?n que habr? de servir de v?nculo sagrado, que
habr? de unir a los organismos de aquende y allende los mares y rea
lizar, merced a su obra de compenetraci?n y aproximaci?n, las m?s
beneficiosas empresas existe ya.
El Centro Gallego puede contar con una prolongaci?n de s? mis
mismo en Galicia, puede disponer de una representaci?n viva, eficaz
y digna, de un sincero ry entusiasta portavoz de su obra generosa y