164 jolet?n de la 'Real kcadem?a Gtalt 2 eg
de estar un tanto conformes con alguna de estas apreciaciones, no pode
mos admitirlas todas por completo. El pals estaba preparado: el tiempo
transcurrido desde la declaraci?n de guerra a los franceses y las deter
minaciones adoptadas por la Junta anteriormente, facilitaron grand&
mente la insurrecci?n; fu? patri?tica, no como otros suponen debida sola
mente a las vejaciones del ej?rcito ocupante y a sus ideales religiosos (I)
d?ndonos a entender que, si de otro modo hubiera procedido y pensara, no
hubiera encontrado tan ruda hostilidad en nuestros campesinos.
No: Galicia se hubiera alzado siempre contra el que intent? domi
narla. Nuestra lucha fu?, pues, verdaderamente popular.
XXI
Con raz?n escribe tambi?n un ilustrado cronista. ?Hasta final de esta
?terrible lucha no tuvieron los gallegos un jefe caracterizado que diri=
?giera a un mismo fin tan irregulares y diseminadas fuerzas, y el Gene
?ral que, a ?ltima hora, envi?. la Junta Central a Galicia, vino tan s?lo
?a presenciar la ?ltima de las inn?meras batallas ganadas por los guerri
?lleros gallegos y a recoger los lauros por ellos conquistados.? (2)
Sobrecogidos todos los pueblos de Galicia, con la repentira inva
si?n francesa, sin esperanza de auxilio ni de Esp??a ni del"extranjero, no
c?ntando m?s que con su propio esfuerzo y valor para hacer frente al
enemigo, se lanzaron denodadamente al combate, a?n cuando la escasez
de medios y direcci?n, asi como su falta : de experiencia, retardasen o
hiciesen m?s dificil la empresa a que su patriotismo los impulsaba.
Este impulso hizo que los pueblos de Lugo, Mondo?edo, Betanzos,
(I) Parten muchos de este supuesto porque el clero tom? parte principal?sima en la
` guerra. Creemos que tanta influencia tuvo en esa conducta la religi?n como el patriotismo.
Adem?s no hay que olvidar que entonces el clero, con gran parte de la nobleza, era el ele
mento ?nico director en nuestros campos por estar en contacto diario con los campesinos de
sus respectivas parroquias y era tanto o m?s gallego, que eclesi?stico.
Si algunos autores como el general G6MEZ ARTECHE, en su Historia de la guerra de la
independencia (tomo V, capitulo V), expresan que