$otettn de la ylcademia Gallega '7'
la villa. ?A no tenor tanta fama la hermosura de mis convecinas
dentro y fuera de Galicia!
Cantadas, entre otros, por la excelsa Rosal?a al decir
As de Maros tan fin?las
q'un coidara que se creban
c'aquelas caras de virxe
c'aqueles ollos d'almendra, etc.,
y por in eximia gallega condesa de Pardo Baz?n, al decir en una
poes?a premiada
Yo las he visto con sus grandes ojos,
con sus pafiuelos rojos
'>f que se anudan atr?s a la cin?ura,
mirando al mar, absortas en su sue?o,
y hallo que en su diss?o
es la Venus de Milo menos para.
REFRANES POPULARES
Otra de las ramas del ?popular saber?, y de las m?s curiosas,
in constituyen los refranes, muchos de los cuales son de f?cil com
prensi?n a su solo enunciado; pero otros, sobre todo los puramente
locales, precisan una explicaci?n que los d? a comprender al que
por vez primera los ,escucha, que de no estar en autos no ser?a f?cil
hallar explicaci?n. Muchas de estas sentencias vulgares son expre
si?n fiel de la poderosa intuici?n popular, cuyo estudio detenido y
minucioso ser?a de gran utilidad e inter?s.
Galicia es el pals donde por excelencia se les oye aplicar, sir
viendo como de ?hecho probado? a to que se pretende decir o de
mostrar. Cada pueblo tiene los suyos propios, y as? no es extra?o
o?rlos s?lo en determin.adas comarcas, pues nacidos de sus hechos,
acciones o episodios puramente locales, forman parte integrante de
su historia, y conservados y trasmitidos con verdadera fe y cari?o,
? llegan hasta nosotros como una prueba m?s del amor entusiasta y
sincero que por todo lo genuinamente regional y propio del pals
sentimos de abolengo los gallcgos. Y as? se comprende que por la
utilidad que sus pensamientos encierran, por lo intencionado de sus
observaciones o por lo .recomendable de sus consejos se les haya
conocido con el nombre de ?filosof?a vulgar?.
Nada m?s, pues ser?a hacer demasiado largo este art?culo.
R. DE ARTAZA.
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