166 Dolett? de la '51cademia Gallega
nobleza de su pensar, por la fortaleza de su querer y per l? fe in
quebrantable en su vivir.
La generaci?n actual arremete contra creencias y amores, usos
y costumbres de las pasadas edades, afan?ndose en su desaparici?n,.
sin darse cuenta que del pasado tenemos mucho que aprender
much?simo en que meditar; que el fu? y ser? siempre el maestro
del presente, al que brinda su experiencia y sus ejemplos. Nuestro
tesoro folkl?rico, tan rico, tan variado, tan apasionante, va perdi?n
dose, pese a todo. A conservar algo en lo que cabe, al menos como
recuerdo, tiende la publicaci?n de mi libro Da nosa terra, del que
son las notas adjuntas. Bien se me alcanza que es muy poco lo que
yo podr? con ello lograr; pero si algo consigo, ese algo siempre
redundar? en pro de la Galicia siempre querida, de la tierra bendi
ta que ser? un culto para todo buen gallego, que no podr? olvidar
jam?s ?a meiga terra que o veu nacer? ; esa tierra que desperdi
gada per los maniples pueblos que la componen, tiene una impon
derable riqueza arquitect?nica, tan maniple y variada que raro
ser? el hallar un rinc?n en donde no se tenga alga que sea digno
de ser admirado, algo que cautive la atenci?n del que lo visita. Tal
es la fuerza evocadora de esos recuerdos.
La palabra folklore proviene de la inglesa folk (pueblo) y
lore (saber). La invent? W. J. Thomas' en 1846, y quiere decir :
saber popular, inventario de lo que queda actualmente de las
costumbres del pasado, conjunto de leyendas y tradiciones po
pulares.
La importancia del folklore y su valor hist?rico es tal, que
dado que la tradici?n es come una sanci?n del mismo, entra?a una
fuerza de objetividad tan valiosa, respecto del pasado, que serfa
muy dif?cil que se hallase un rival para el recuerdo hist?rico, y
come la historia no pretendi? nunca rese?ar todos los hechos ocu
rridos en un lugar, relacionados con un personaje, etc., general;
mente al faltar el recuerdo hist?rico, viene a llenar este vac?o el
recuerdo tradicional.
El folklorismo h?llase en la actualiad apoyado en casi todas
las naciones, especialmente en Inglaterra, su cuna, en Francia y
en Espafia. Diversas sociedades procuran su desenvolvimiento en
estos y en otros p??ses, y los trabajos folkloristas tienen muchos
autores en Inglaterra, Francia, Portugal, etc., y sobre toda en las
Am?ricas del Sur.
En Espa?a, el estudio de lo popular tom? verdadera fuerza a