132 3olelln de la Real Academia Gallega
der los puertos, reunir toda clase de pertrechos de guerra y procurar
medios econ?micos. Esta era la misi?n de los llamados a hacerlo, pues
de todo esto carecfamos y los m?s optimistas pod?an ver que los mo
mentos urg?an.
El Ayuntamiento de Santiago tom? el acuerdo, siguiendo ?rdenes
reales recibidas, de obligar a todos los h?biles a quo se alistaran, ex
pres?ndose los regidores en la sesi?n del 15 de Mayo en tonos alta
mente patri?ticos, y llegando a decir D. Andr?s Gayoso ?que habien
dose dignado el Altisimo elegir de su mano, como se debe creer por
muchas razones, para due?os de esta monarquia a dos principes tan
amables y adornados de virtudes, como nuestro rey el Sr. D. Felipe V,
y la reina nuestra Senora, su esposa, dando admiracion y espanto al
mundo, el uno con su valor contra sus enemigos, y la otra con el des
velo y cuidado del general gobierno, debian todos estar dispuestos a
dar sus vidas y haciendas, como el desde este momento hacia ofrenda
de ella. ' (1). Tom? tambi?n el acuerdo de incautarse de toda la p?lvo
ra que tuviesen comerciantes y coheteros por exigirlo as? el bien com?n.
Con objeto de evitar una sorpresa de las escuadras enemigas a
nuestros puertos o toner quo oponerse a un desembarco, de acuerdo
con un delegado del duque de Hijar, determina quo est?n preparados
con arias los habitantes del U11? y del partido de Cobres para defen
der aquella parte de la r?a do Vigo, y a los del puerto del Marfn y
toda la peninsula de Morrazo les hace la misma intimaci?n para la
defensa de aquella r?a o de la parte quo les sefialen, haciendo a este
fin el comandante de aquel punto una relaci?n de las personas quo
reunan las condiciones exigidas. Se dan disposiciones parecidas para
defender el puerto de la Coruna, quo carec?a de infanter?a para su
defensa. Pus aunque el acuerdo con Su Majestad era mantener 4.000
hombres allf, como por entonces no podia ser, se dispuso quo alter
nando de ocho a quince d?as estuviesen vigilando aquella parte 50
hombres de calidad del valle de Barcia con arm as de fuego.
Todo esto era el comienzo todav?a, era necesario reunir ej?rcitos
quo oponer al ej?rcito portugu?s; era preciso atender las demandas
que de diversos puntos mar?timos hac?an, pues el sargeiito de Malpica
podia 1.124 hombres, 708 con arias y 254 con picas y chuzos; el de
Corcubi?n 831, 577 con arias y 254 con picas y chuzos, y otros por
el estilo; era necesario organizarlo todo.
Sin embargo a estas necesidades acudi? la eluded de Santiago,
(I) C., fol. 435.